Ya está Coahuila listo con sus candidatos reales para competir por ser el próximo gobernador del Estado. El ex alcalde de Saltillo, el profesor Humberto Moreira por el PRI, versus el también ex alcalde, pero de Torreón, el senador con licencia, Jorge Zermeño por el PAN.
Estos cuadros lucharán por el premio mayor. Con formaciones distintas de origen, pero con capacidad política en ambos bandos, la contienda por el Poder Ejecutivo estatal dígase lo que se diga, aparentemente está decidida a favor del candidato del PRI.
Es indudable que el profesor Moreira es popular en la capital, de mucho arrastre pues, como también lo es Zermeño en Torreón, el problema para el azul es que las encuestas marcan más de 25 puntos de distancia entre partidos, la endémica caída nacional del PAN desde 2003 y la estructura priista, parece que el próximo 25 de septiembre propinarán al primer alcalde del PAN de Torreón su primera derrota electoral, luego de sus triunfos de 1996 y en 2000.
Lo interesante será sin duda la alcaldía de Torreón, donde las circunstancias son diferentes. La administración de Guillermo Anaya tiene una buena calificación en lo general y aunque las preferencias del electorado en términos de consulta favorecen al PRI con una diferencia mucho menor de la que goza el tricolor en el Estado y la ubicación de Zermeño como el mejor político posicionado en la Región Lagunera de Coahuila hacen que los pronósticos sean por demás reservados.
Además, a diferencia de la contienda interna estatal del PRI, donde el gobernador propició un teatro para aparentar una democrática nominación del candidato a sucederlo, en lo municipal el PRI nominó un candidato de unidad, lo que para efectos de campaña electoral sin duda le será de mucha ayuda, en busca de recuperar el poder que perdieron hace tres años en la carrera entre Anaya y Reyes Retana.
El PRI pone también en la mesa un elemento que anteriormente no había ofrecido, a contrario del PAN con Anaya: juventud.
La contienda por el Ayuntamiento de Torreón se disputará entre el diputado federal con licencia, Eduardo Olmos, por el Revolucionario y el ganador que resulte de la contienda interna del domingo en el PAN entre José Ángel Pérez y Jesús de León Tello, ambos son también jóvenes.
Así pues las cosas, en el terreno de los votos, las campañas por la alcaldía de Torreón serán sin duda encarnizadas, ya que existen elementos distintos a los de hace tres años, que harán que las cosas sean diferentes.
Olmos es un candidato más fresco a diferencia de los que generalmente presenta el PRI y el PAN vendrá dividido por lo cerrado que se espera la lucha por la candidatura a alcalde, además, en esta ocasión son elecciones donde la gubernatura está en juego, por lo que la maquinaria priista estará a todo vapor para acarrear sus votos, mientras que el “efecto Zermeño” podrá ayudar al panismo a retener el poder municipal, principalmente si el próximo domingo se alza con el triunfo el favorito del propio Zermeño, Jesús de León, lo que generaría que sus equipos de campaña trabajaran coordinadamente.
En el caso de un triunfo de Pérez, se vuelve complicado vaticinar el desempeño de las campañas de Acción Nacional.
Están pues para Torreón las cosas ya casi listas para la renovación de gobernador y alcalde, sólo falta esperar qué sucede el domingo con el PAN.
