El Siglo de Durango
El Hospital General de Durango carece del equipo necesario para realizar hemodiálisis, de manera que los enfermos deben cubrir este tratamiento en nosocomios privados. Alberto Balderas Martínez, director del sanatorio, anuncia que en esta semana recibirán en donación un equipo de esta índole, aunque todavía hará falta otro similar.
Además, reconoce que el segundo piso del hospital no se encuentra en las mejores condiciones, de allí que proyecten su rehabilitación; empero, estiman una inversión aproximada de dos millones de pesos, por lo que buscarán los recursos para efectuar la obra.
El galeno dice que han iniciado los trabajos para adaptar el espacio destinado a hemodiálisis, ya que el patronato hará entrega de este aparato en los siguientes días. ?Ya designamos el área que va a estar en el tercer piso, solamente falta concretar ese diseño técnico, pero vamos a analizar si podemos hacer antes la instalación o si el patronato nos hace entrega del equipo y después la hacemos?, comenta.
El equipo de hemodiálisis es importante para el Hospital General, pues hasta el momento atienden a un importante grupo de pacientes con insuficiencia renal crónica que requieren de este tratamiento. ?Estamos viendo la situación de ver si podemos conseguir a comodato cuando menos otra máquina más de hemodiálisis, una para pacientes no infectados y otra para los infectados?, añade.
Pero en caso de que no se pueda conseguir el otro equipo, con el que se cuente será destinado para aquéllos que no estén infectados.
Explica que el catéter puede llegar a infectarse y causar complicaciones en el enfermo. Además, hay pacientes que están en riesgo debido a que tienen alguna enfermedad infectocontagiosa como el Sida; por eso, requieren de una máquina aparte.
Antes, los pacientes con esta clase de padecimiento se atendían en el medio privado, puesto que en sanatorio de la Secretaría de Salud no se tenía la capacidad. ?Lo único que hacemos nosotros para este tipo de pacientes es hacer diálisis peritoneal intermitente, esto es, entrenamos a los familiares para que a través de un catéter que se les pone a nivel abdominal haga la función que no tienen de su riñón y puedan continuar con su tratamiento y su actividad, pero no les podíamos ofrecer otra cosa si el paciente se complicaba?, expresa.
La sesión de hemodiálisis tiene un costo aproximado de mil pesos con médicos particulares; por lo tanto, el hecho de que el hospital cuente con el servicio será una opción para aquéllos que menos tienen, según comenta el entrevistado. Estima que tienen cerca de 30 pacientes con diálisis peritoneal intermitente, de los cuales un 30 por ciento requiere hemodiálisis.
?Creemos que al tener este servicio pueda crecer la población que se atienda, pues viene gente de Fresnillo, Zacatecas, del interior del estado y pudiera incrementar?, avizora.
Balderas Martínez comenta que continúan con la remodelación del área de médicos, enfermeras y parte de los residentes, obra que estará lista en los próximos días. ?Ya se iniciaron también los trabajos correspondientes a las áreas de imagenología y rayos X?, revela.
ANTECEDENTES
El Hospital General de Durango inició su construcción en 1975 como proyecto de un sanatorio que serviría como escuela. El 12 de diciembre de 1984 se inauguró formalmente, con cuatro especialidades básicas como Pediatría, Gineco-Obstetricia, Medicina Interna y Cirugía.
En la actualidad ha reforzado su planta laboral e incorpora diferentes especialidades, aunque cuenta con un proyecto arquitectónico de hace 30 años y su infraestructura programada para 120 camas sensables ya ha sido rebasada por más del 70 por ciento.
Las estadísticas reflejan que cerca de un 48 por ciento de los ingresos son para el área de Gineco-Obstetricia, el 20 por ciento para Pediatría y el porcentaje restante se reparte entre los demás servicios que ofrece el nosocomio de segundo nivel perteneciente a la Secretaría de Salud (Ssa).