EFE
Ginebra, SUIZA.- Los representantes de gobiernos y expertos que asisten a la conferencia internacional de la OMS sobre la gripe aviar concluyeron ayer que hacen falta compromisos financieros y políticos para controlar una eventual pandemia humana de esa enfermedad vírica.
En el segundo día de reuniones en la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, los expertos concluyeron que se requiere ?un alto nivel de compromiso financiero y político para controlar la enfermedad y lograr un nivel adecuado de preparación? ante esa eventual pandemia humana.
Además recomendaron a los países que trabajen en base a estrategias multisectoriales, que involucren tanto a las entidades responsables de sanidad y agricultura, como a las de economía, comercio, planificación y defensa.
?Tenemos que ir más allá de los planes generales y de las expresiones bien intencionadas de cooperación. Ahora es el momento de hablar y de actuar de manera específica?, dijo Stewart Simonson, representante del Departamento de Salud de EU.
Agregó que ?una eventual pandemia, que esté causada o no por el virus H5N1 o por cualquier otro microbio, representa una amenaza para todos los países, y no únicamente para Asia, y también lo es para todas las economías, independientemente que sean ricas o pobres?.
Los expertos reunidos en Ginebra reiteraron que tarde o temprano se producirá una pandemia de gripe humana ocurrirá sin duda, aunque todavía es impredecible afirmar si esto se producirá a corto o largo plazo.
El representante del Reino Unido, David Harper, subrayó que ?el consenso general? es que el mundo no podrá escapar a ese escenario.
Reconoció, no obstante, que existe mucha confusión en el público en relación a la enfermedad que por ahora afecta a las aves, el virus que hasta ahora se ha transmitido a 121 personas en el sudeste asiático y la eventual pandemia que podría matar a millones de personas.
Harper estableció la diferencia entre la gripe aviar, que sólo afecta a las aves, los casos en que ese virus ha logrado transmitirse a las personas en casos todavía aislados, y un nuevo virus que surgiría de la mutación genérica de aquél y que sería el origen de la temida epidemia sobre la cual la comunidad científica lanza insistentes alertas.