Diagnóstico | La sociedad extiende, cada día, su tolerancia hacia la violencia
Pobreza, desempleo, desintegración familiar, consumo de bebidas embriagantes y drogas, agudizan el problema
El Siglo de Torreón
Comarca Lagunera.- La sociedad ha perdido su capacidad de asombro; la violencia forma parte de la cotidianeidad. En el país más de 30 millones de mexicanos mayores de 18 años fueron víctimas de algún delito entre 1999 y mediados de 2004, según una encuesta elaborada por una asociación civil y avalada por la Organización de las Naciones Unidas, (ONU).
Medios de comunicación, el proceso de la globalización, videojuegos, el entorno familiar, todo contribuye para convertir a la violencia en un elemento más de la vida.
“La sociedad lagunera ha perdido la capacidad de asombro, las fotografías de guerra y la televisión han insensibilizado a la población al grado que las imágenes han dejado de conmover a las personas”, dice la socióloga e investigadora de la Universidad Iberoamericana (UIA), Laura Orellana Trinidad.
El también catedrático de la UIA, Sergio Garza Saldívar, no duda cuando afirma: “Nos hemos vuelto insensibles ante las situaciones de violencia porque las vemos todos los días en todos lados”.
Para el secretario de Gobierno de Coahuila, Raúl Sifuentes Guerrero, somos actualmente una sociedad inmersa en la violencia, pero que se gesta desde el seno familiar, impulsada por situaciones de familias disfuncionales, problemas económicos, pero ante todo, por la falta de atención y cuidado de los padres hacia los hijos al no saber qué hacen, cómo andan, con quién están. Destaca que indudablemente otro factor es el evidente deterioro de los valores humanos.
Estima que aunque es el costo de una sociedad moderna, producto de un mundo globalizado, hay que poner freno a estas circunstancias, pero partiendo del propio albedrío, haciendo cada quien su parte sin esperar a que otros lo hagan por nosotros o “nos eduquen a nuestras familias”.
El secretario de Finanzas de Coahuila, Javier Guerrero García, acepta que en la actualidad se vive bajo un contexto social “reconocido” de desigualdad, aunado a los cambios tecnológicos y culturales que no han podido ser asimilados por algunas instituciones como la familia, la Iglesia, el Estado y la sociedad.
“Creo que se ha perdido la capacidad de asombro porque desgraciadamente hay una fragmentación, parcialización de la actitud social a fenómenos de segregación que es importante recuperar. Esto ha ocasionado una enajenación en los humanos que los mantiene inermes, pasivos ante fenómenos de violencia familiar, adicciones multiplicadas y de perversión en la lógica de las comunicaciones colectivas”.
Para el alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón Arce y el catedrático de Derecho de la Universidad Autónoma de Coahuila, Alberto Medrano, los mensajes televisivos tienen influencia en las conductas violentas de las personas.
“Enciende uno el televisor y desde las cuatro de la tarde que empiezan las novelas hay violencia. Cuando no ves sexo, ves agresión física contra un tercero”, expone Rendón Arce.
La violencia es ya un problema de salud pública que está aumentando a niveles de pandemia en todo el mundo, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS); cada día del año 2000, murieron en el mundo cuatro mil 400 personas, víctimas de la violencia, es decir 1.6 millones de personas en el año. De todas las muertes violentas ocurridas en el año 2000, casi la mitad fue por suicidio (14.5 por ciento), poco menos de una tercera parte homicidio (8.8 por ciento) y sólo una quinta parte estuvo directamente relacionada con la guerra (5.2 por ciento).
La población de edades entre 15 y 44 años es la principal víctima de la violencia. Los hombres representan el 77 por ciento de los homicidios.
LA INFLUENCIA DE LOS MEDIOS
Para el titular de la materia de Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Coahuila, Alberto Medrano, la propia sociedad está generando un entorno violento, desde que se pierden los valores y la gente se torna materialista y utiliza la fuerza para conseguir cualquier fin, “considero que los medios son formas o maneras de influir para que la juventud sea violenta... en los programas existe la violencia y es imitada por los jóvenes”.
Raúl Sifuentes Guerrero destaca que la fuerte influencia que ejercen los medios de comunicación en los prototipos de violencia, es decisiva y les da fuerza, identidad, estatus a quienes gritan, a quienes imponen sus criterios haciéndolos pasar como un “fregón”, es decir, una persona de éxito.
La especialista en Ciencias de la familia, Aymeé Michel Velasco, expresa que el fenómeno de la violencia se presenta hoy en día como resultado de patrones aprendidos donde mucho tiene que ver todo lo que nos rodea: películas con extrema violencia, juegos de computadora con igual temática, las revistas, los periódicos que se basan únicamente en notas rojas y la televisión, son campeones en escenas violentas.
Con esta postura coincide el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, Roberto López Franco, quien refirió que la violencia social es ambientada en gran medida por los medios masivos de comunicación, particularmente la televisión.
Sin embargo, los impresos no están ajenos por completo, pues hay una tendencia a privilegiar la aparición de vespertinos cuyo contenido principal contiene actos violentos.
El problema se agudiza cuando a esa ambientación se le añaden las variables de la pobreza, la falta de empleo, la desintegración familiar, el consumo de bebidas embriagantes y de drogas.
La transformación de los valores ha dado como resultado el relajamiento de las conductas, de ahí que incluso en el ámbito educativo los maestros no intervengan cuando hay manifestaciones de violencia entre niños y niñas.
“El criterio de las nuevas pedagogías es no tocar a los pequeños, pero en todo caso los castigos a que se recurría anteriormente deben sustituirse por otro tipo de correctivos que inhiban las conductas violentas a una temprana edad”.
Comenta que en la actualidad, los niños y niñas son poco atendidos por sus padres, quienes han tenido la necesidad de salir a trabajar para afrontar los gastos familiares; por lo tanto la exposición de éstos frente al televisor es alta y según estudios, los niños prefieren ver programas de adultos, por lo general saturados de violencia.
Para el alcalde, Octaviano Rendón Arce, es incuestionable que los juegos de video de procedencia extranjera influyen en las conductas violentas de los niños, porque el 90 por ciento lleva implícito un acto de violencia y éstos son utilizados por los niños de cinco a ocho años de edad.
El secretario de Finanzas de Coahuila, Javier Guerrero, opina que hasta el momento los medios de comunicación, sobre todo los electrónicos como la televisión, hasta ahora no han sido, dice, los mejores conductos para reiterar la condición de los valores para “acompasar” el proceso de cambios tecnológicos y culturales.
“Creo que en ellos (los medios) hay un reto, deben desempeñar un papel importantísimo, no solamente en sus orientaciones generales sino en sus contenidos de programación, en sus horarios, en el tipo de valores que transmiten y de circunstancias que generalizan, como la vida en familia. Creo que todos, pero en especial la televisión tiene una responsabilidad social que va más allá del entretenimiento”.
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