(Cuarta parte)
Continuación...
La semana pasada analizábamos el caso de un conflicto entre padre e hijo...
Pero ¿dónde se perdió o se ganó la batalla?, ¿cuando llegaste tarde a tu casa? ¡No!, porque a cualquiera le puede pasar. ¿Cuando discutimos?, ¡no! Porque también a cualquiera nos puede pasar. ¿Dónde se ganó o se perdió la batalla?, en la soledad de tu habitación... cuando tú llegaste a una conclusión, cuando llegaste a la conclusión de que hay que pagar precio por lo que uno se merece, cuando pensaste que no tenía razón o cuando le diste la razón y lo respetas a pesar de cómo es, de sus errores. No es que las cosas estén tan mal, es que nosotros nos empeñamos en ver lo malo, nos empeñamos en poner una lupa en lo negativo. Hay un estudio de unos psicólogos norteamericanos que dicen que si durante 17 días ves lo malo de alguien, a los 17 días lo odias... además aquí en este mundo no habemos moneditas de oro para caerle bien a todos, ni todos somos perfectos, si fuéramos perfectos no estaríamos aquí, seríamos serafines o no sé yo qué, pero no estaríamos aquí en la Tierra, aquí todos tenemos defectos me incluyo en primer lugar.
Entonces si tu pareja tiene defectos, si tus hijos tienen defectos, si tus compañeros tiene defectos, si tus maestros tienen defectos y tú eres un experto en detectárselos. Éste... te caché otra vez lo mismo, tienes la misma puntería... entonces si lo agrandas, después de un tiempo, te cae gordo no lo aguantas.
Si por el contrario sólo vez lo bueno de alguien, ves sus cualidades, agrandas sus cualidades entonces te cae bien, llegas no sólo a simpatizarte sino a quererla, por eso los novios se quieren tanto... porque siempre están viendo lo bueno o lo buena... estoy hablando de aquí dentro, están con la lupa puesto en lo positivo..., hay por favor estoy loco por él..., pero no te haz dado cuenta que es un borracho, pendenciero, jugador... ¡no! pero para mí es lo máximo, es un pequeño detalle... ¡yo lo puedo cambiar! Es un fenómeno, lo platicamos en los noviazgos destructivos, es un error muy grave lo que pasa con esto es un fenómeno psicológico, como estoy tan acostumbrada a ver lo positivo no me interesa nada negativo, yo estoy enamorado de él o de ella y al final de cuentas creo que en el matrimonio y en la pareja hacemos lo contrario, con el paso del tiempo sólo vemos lo malo, y empezamos a ver lo de los demás... hay mi vecina qué buena suerte tiene esa mujer..., su carro es mejor que el mío, es el mismo modelo pero el color se ve mejor que el mío... su pasto está más verde... y siempre estamos viendo cosas.
No soportamos que a la gente le vaya mejor... una vez mi esposa me decía en son de broma... espero que en son de broma... me decía... porque no haces lo que el vecino hace todos los días... ¿y qué hace el vecino? Me decía, todas las mañanas cuando se va le da un beso a su esposa... y le digo: ganas no me faltan pero no sé qué diría el vecino si le doy un beso a su esposa... no creo que sea tan compartido. Esto es un ejemplo de que siempre estamos viendo lo malo y siempre estamos comparándonos con los demás. Pero la cualidad más grande que nuestra pareja o nuestros hijos o que nuestra misma vida tiene, la cualidad más grande... cuando estamos en los cursos con parejas les decimos: anota las cualidades de tu pareja y se ponen a pensar... les cuesta trabajo... Ahora anota los defectos... y se arrancan he... y pasan hoja... y les digo señores ya terminamos... no espéreme tantito..., todavía me faltan... y al final cuando vemos su balance, sus cualidades y defectos vemos esas cualidades y defectos pero casi nunca vemos que escriban esa cualidad, tal vez la más importante, porque no nos hemos puesto a pensar que existe la característica, la característica más importante de tu pareja, de tus hijos, de tu país..., es que es tuyo... hay algo de ti en él... o en ella... hay algo de ti... le perteneces y te pertenece, forma parte de tu vida... podrá tener muchos defectos pero es parte de mí... ¿por qué quieres a tu mamá?... le preguntaba a unos chavos... -porque es la mamá más inteligente, la más guapa, la más linda...- ¿y no crees que hay más mamás inteligentes o ricas o bonitas que la tuya? Bueno, yo creo que quieres mucho a tu mamá pero también creo que hay mujeres más inteligentes buenas y bonitas que la tuya, yo no quiero a mi mamá porque sea eso, la quiero porque es mía. Tiene mi sangre y tengo su sangre tiene algo de mí en ella y tengo algo de ella en mí, ¿tiene defectos?, ¡por supuesto que sí!..., pero amo lo que es mío..., y esa pareja, esos hijos, esa familia, esta escuela, este país. ¿No hay mejores países?... Claro que puede haber... pero espérame éste es mi país, yo amo no tanto no sé, otros países pueden tener muchas cualidades, pero éste es el nuestro. Tiene petróleo, tiene riquezas, valles litorales, pero es México, es mío y ésa es la cualidad más importante de este país con todas sus virtudes y defectos, ¡que es mío! Soy mexicano, y puedo ir a cualquier parte del mundo y con orgullo nuestro pasaporte dirá que eres mexicano y tiene el escudo nacional, el águila devorando una serpiente, prueba de nuestra historia y nuestras raíces y eso corre por nuestras venas, tengo que amar lo que es mío, porque al final de cuentas, nos quejamos con frecuencia de nuestras carencias, de nuestros problemas.
Esperamos seguir contando con su atención en ésta su columna y recibiendo sus comentarios en la dirección electrónica con, Germán de la Cruz Carrizales (pmger@hotmail.com pmger@todito.com).
Reiteramos nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estas publicaciones y sobre todo a usted amable lector quien hace que este proyecto contribuya a fortalecer nuestras familias y sus valores. La siguiente semana veremos la quinta parte de Contraveneno. Gracias por su atención.
?Quien no vive para servir, no sirve para vivir?.