Nuevos medicamentos para disfunciones sexuales masculinas reducirán la angustia y el estrés que padecen muchos hombres cuando se enfrentan a las relaciones sexuales.
La aparición en el mercado de nuevos fármacos para atender las principales disfunciones sexuales masculinas ha generado varios cambios en los hábitos de algunos varones, e incluso, de algunas mujeres.
En días pasados, José Juan de Avila nos ofreció un artículo titulado "Usan viagra para recreo" en donde nos informaba que algunos jóvenes están empleando la famosa pastilla azul que impactó a finales del siglo XX, simplemente para "aumentar su respuesta erótica, mejorar su desempeño o sintonizarse con su pareja".
Nos informó que cada vez son más los usuarios de este medicamento que tienen menos de 40 años, y que sin importar su orientación sexual, ni la ausencia de disfunción eréctil, usan la pastilla con fines "recreativos"; un dato importante es que las mujeres se suman al consumo en la búsqueda de mayor placer sexual.
Una segunda nota aparecida recientemente nos informa que en breve aparecerá en el mercado estadounidense una pastilla que ayudará a los varones a controlar la eyaculación precoz. Esta disfunción, que afecta a muchos varones, y la dapoxetina, como se le identifica en la actualidad, promete ser otro de los grandes avances de la industria químico farmacéutica y es probable que se convierta en otro éxito comercial.
Temida disfunción
La eyaculación precoz afecta según datos de Estados Unidos a un porcentaje entre 27 y 34% de los hombres de cualquier edad. En nuestro país no contamos con datos estadísticos sobre esta disfunción, pero algunos cálculos la colocan por encima de la eréctil, es decir, es la disfunción sexual que más mexicanos padecen.
¿Quién es un eyaculador precoz? Un hombre que no puede determinar a voluntad en qué momento eyacular, no tiene control, y la eyaculación aparece cuando no se desea limitando el placer del hombre y su pareja.
El nuevo medicamento, estudiado en 2 mil 614 hombres, podrá administrarse entre una y tres horas antes del encuentro sexual y actualmente ya está en la fase final de su investigación.
Conocimiento es poder
La aparición de estos nuevos medicamentos viene a resolver una parte importante del sufrimiento humano. Un hombre con eyaculación precoz se siente mal y vive de forma muy limitada su vida sexual; por su parte, un varón con disfunción eréctil llega incluso a cuestionar su masculinidad.
No hay duda, estos productos van a reducir la angustia y el estrés que padecen muchos hombres cuando se enfrentan a las relaciones sexuales; sin embargo, no creo que ningún medicamento sustituya el gran valor y el poder que nos da conocer y reconocer nuestro cuerpo.
¿Cuánto sabemos?
La deficiente educación sexual que recibimos en casa, excepcionalmente nos va preparando para ser buenos y buenas amantes. La información se centra, si bien nos va, en aspectos relacionados con la biología de la reproducción, con uno que otro método anticonceptivo y cuando mucho, algunos comentarios sobre el sida.
Son muy pocas las personas que reciben comentarios y sugerencias básicas para el encuentro amoroso. Poco a poco y basado en la técnica de "acierto y error" vamos aprendiendo lo que son las relaciones sexuales. Hombres y mujeres nos enfrentamos a estos encuentros sin el conocimiento de nuestro cuerpo y sus capacidades, mucho menos conocemos el cuerpo del otro, de la otra.
La pobreza de nuestro desempeño sexual se vive por años como "algo natural" hasta que una crisis de la pareja, por ejemplo, nos lleva a cuestionarnos qué clase de amantes somos, qué técnicas estamos usando, y es hasta entonces cuando nos detenemos a analizar qué sucede.
A los varones les dijeron que tenían que hacer "como que saben todo del sexo" y a ellas que tenían que hacer "como que no saben nada". Es probable que en las actuales generaciones las cosas hayan cambiado un poco, pero se cuentan por miles las parejas que llegaron a su vida sexual sin el más mínimo conocimiento sobre el tema.
Los terapeutas sexuales trabajan mucho tratando que los hombres vivan su sexualidad fuera de los genitales, y las mujeres al contrario, logren centrarse más en ellos, dedican largas sesiones a "sensibilizarlos".
Existen terapias especiales para que los eyaculadores precoces tomen el control sobre su cuerpo. La educación sexual sigue siendo muy deficiente y limitada en nuestro país, así que los (as) mexicanos (as) crecemos con muchas deficiencias que hay que ir corrigiendo en el camino. Todo esto viene a cuento porque creo que ninguna pastilla, por buena que sea, te convertirá en un buen amante, ni tampoco te hará disfrutar de lo que no eres capaz.
Depositar nuestra seguridad en una pastilla es mutilarnos.
Por supuesto que no estoy peleada con los avances y los elementos que nos ayuden a vivir una mejor sexualidad, pero me parece que un paso fundamental es el conocimiento del cuerpo.
¿Para hacer el amor basta una erección? Hay hombres que gracias a alguna disfunción han aprendido a usar y disfrutar su cuerpo de otras maneras, una erección puede ser el primer paso, pero ¿quién nos ayuda con los siguientes?.
Qué bueno que una pastilla va a retrasar la eyaculación de un varón, pero y mientras llega ¿éll cómo se relaciona?, ¿qué hará con su pareja?.
Es muy importante que tanto hombres como mujeres conozcamos nuestro cuerpo, sus posibilidades, todas y cada una de las partes que nos darán placer.
Todo el cuerpo, lo hemos dicho ya varias veces, es una zona erógena, una gran zona que puede ser estimulada de diferentes formas para producirnos diferentes sensaciones.
Materia prima
Antes de una penetración es fundamental acariciarnos, besarnos, hablarnos, el orgasmo es el final de un largo y placentero recorrido. No se trata de apretar botones, ni de jalar palancas, se trata de recorrer cada milímetro de la piel, de descubrir nuevas caricias, de inventar otras. Hombres y mujeres podemos disfrutar de los juegos previos al coito, pero para las mujeres es básico. La respuesta sexual femenina es más lenta que la masculina y para conseguir la lubricación que facilitará la penetración, las caricias y los juegos eróticos
son materia prima.
Pregúntale a tu pareja qué le gusta, qué necesita; pregúntate tú que es lo que te excita, qué es lo que te causa placer y comunícaselo. Prueba a acariciarla con una flor, con un trocito de seda; solicita un masaje con un aceite delicadamente perfumado. Hagan de su encuentro amoroso un constante descubrimiento, aprendan a conocer su cuerpo que fue diseñado con todos los aditamentos para el placer.