Oporto (Portugal), (EFE).- En la fiesta de San Juan, que se celebró en la ciudad de Oporto, fue imposible caminar por las calles sin llevar como saludo un golpe en la cabeza propinado con un martillo plástico.
Es parte de las tradiciones para celebrar las denominadas "fiestas de los santos populares", con fechas diferentes para cada localidad lusa.
Por suerte, en el caso de los turistas desprevenidos, el martillo plástico es muy flexible, pero el golpe depende de la intensidad y probablemente del nivel etílico de quien utiliza el artefacto para éste saludo peculiar.
Porque los martillazos se reparten a diestra y siniestra y no es necesario que sean dirigidos a una persona conocida. Es más, en algunas ocasiones, sirve de pretexto para comenzar el diálogo y compartir el resto de la fiesta.
Los residentes en la ciudad de Oporto consideran a San Juan como el "patrono de los romances" y no son pocos los matrimonios que comenzaron intercambiando primero martillazos.
La Avenida de los Aliados, donde se encuentra el Ayuntamiento, es uno de los principales escenarios del jolgorio, que incluye música, bailes, sardinas asadas y cantidades difíciles de calcular de litros de vino y de cerveza.
Como en esta céntrica arteria se encuentra la estatua de la "Menina nua" (Niña desnuda), algunos comienzan a quitarse la ropa para vestir esta obra de arte de Henrique Moreira, colocada allí desde 1929.
La fiesta se extiende durante toda la madrugada del viernes 24, día de San Juan y que es festivo.
Es entonces cuando se celebra la XXII Regata del Vino de Oporto, con el desfile de dieciocho navíos con las velas desplegadas y en la cubierta colocados los barriles que antes servían para transportar los caldos por las aguas del río Duero.
Estos barcos, conocidos como "rabelos", se conservan cerca de las bodegas donde se almacena el famoso vino de Oporto, como símbolos del pasado, ya que la última ocasión en que una embarcación de éste tipo fue utilizada para transportar el caldo fue en 1964.
El sábado, la Cofradía del Vino de Oporto organiza la ceremonia de aceptación de nuevos socios y, en esta ocasión recibirá a unas 60 personalidades, entre ellas el cantante Rui Veloso.
En esta Cofradía del Vino de Oporto, el 17 de octubre de 1998 se "entronizó" como fieles de honor a los 21 jefes de Estado y de Gobierno que participaron en la VIII Cumbre Iberoamericana.