Agencias
Chicago, Illinois.- Después de haber demostrado en el campo ser el mejor equipo del beisbol profesional de las grandes ligas, los Medias Blancas de Chicago tomaron también las calles de la llamada Ciudad de los Vientos para vivir la gloria y la celebración de ser campeones de la Serie Mundial de beisbol.
Los fanáticos de los Medias Blancas tuvieron que esperar 88 años para conseguir de nuevo un título, pero el equipo lo consiguió de manera brillante con barrida de 4-0 ante los Astros de Houston, y los jugadores, entrenadores y directivos vivieron ayer la compensación de la gloria y el homenaje de toda la ciudad.
Dos días después de proclamarse campeones en el Minute Maid de Houston, los fanáticos de los Medias Blancas pudieron ver a sus ídolos desfilando por las calles de la ciudad y escuchar que el manejador venezolano, Osvaldo ?Ozzie? Guillén, la gran figura y símbolo del triunfo del equipo, confirmó que volverá el próximo año.
En autobuses de dos pisos, los jugadores de Chicago y técnicos, encabezados por Guillén, primer manejador latinoamericano que consigue un título de Serie Mundial, saludaron a los miles de aficionados que se lanzaron a las calles para agasajar a sus ídolos.
?Si la experiencia vivida en el Minute Maid fue algo increíble, lo que he disfrutado hoy en las calles de Chicago ha sido increíble?, declaró el lanzador cubano Orlando ?El Duque? Hernández, quien como había hecho cuando ganó con los Yanquis de Nueva York el título del Clásico de Otoño, apareció en el desfile con un puro.
Los vehículos de la caravana que transportaba a toda la comitiva de los Medias Blancas salieron desde el estadio U.S. Cellular Field, para atravesar los vecindarios de Bridgeport, Bronzeville, Chinatown, Pilsen, Little Italy y Greektown antes de la gran fiesta en La Salle Street, centro de la ciudad.
En medio de una nube de serpentinas y confetis de papeles, la caravana vivió una jornada histórica, recordando los viejos tiempos de la celebración de los seis títulos de liga que consiguieron los Bulls de Chicago con Michael Jordan en la NBA.
El comienzo de la jornada fue frenético, con algunos jugadores haciendo acto de presencia en programas de televisión, mientras que miles de aficionados comenzaban a salir a las calles con las camisetas, gorras y medias de rayas negra, blanca y plata de los Medias Blancas.
De inmediato, las calles de Chicago se convirtieron en un mar de banderas del equipo y algunas personas se pintaron la cara con los colores del equipo.
En las oficinas, empleados colocaban carteles de apoyo al equipo en los grandes ventanales, con referencias especiales a Guillén y sus nuevos Guillén Boys y todos ?dándoles? las gracias por haberles dado un nuevo título de Serie Mundial, el primero desde 1917 y el tercero en la historia del equipo.
Aunque el jueves, miles de aficionados recibieron a los jugadores con todos los honores a su llegada al aeropuerto de Chicago, a su llegada procedente de Houston, la celebración de ayer fue considerada como única y la más grandiosa.
Los gritos de ?¡?Ozzie?! ¡?Ozzie?!?, fueron los que más se escucharon de los fanáticos, que presentes en las calles celebraban y vitoreaban el paso de la caravana de vehículos con la comitiva de los Medias Blancas.
Luego a la hora de los discursos, el primera base Paul Konerko, que fue el jugador más productivo con el bate durante la postemporada, al conseguir cinco jonrones e impulsar 15 carreras y que el jueves ya se convirtió en agente libre, sorprendió al dueño de los Medias Blancas, Jerry Reinsdorf, con la pelota del último ?out? del cuarto partido que ganaron por 1-0.
?Quiero ofrecerle la última pelota a la persona que hizo posible nuestro triunfo con su apoyo en todo momento?, expresó Konerko para luego recibir el abrazo de Reinsdorf, quien le dijo varias cosas al oído.
Reinsdorf reiteró que el triunfo había sido de los jugadores y de una persona profesional muy especial, al referirse a Guillén, de quien dijo que era un ejemplo para todos.
?Haber esperado 25 años desde que compré el equipo para ganar un título de Serie Mundial y recibir esta pelota de un jugador como Konerko me ha convertido en la persona más feliz del mundo, en un día que jamás olvidaré?, destacó Reinsdorf, mientras trataba de contener las lágrimas.
Después le tocó el turno a Guillén, manejador venezolano, con la vitalidad y alegría que le caracteriza respondió con lo que todos querían escuchar, que la próxima temporada regresará para estar de nuevo al frente del equipo.
?Les digo ahora, que regresaré el próximo año. Los amo a todos?, gritó Guillén, para despejar por completo todas las dudas sobre su futuro.
A partir de ese momento, la fiesta y la celebración, en la que también estuvo presente el alcalde de Chicago, Richard Daley, felicitado por el gran desfile que había organizado en un tiempo récord, fue ya completa.
