SUN-AEE
BEIRUT, LÍBANO.- Siria finalizó ayer su presencia de tres décadas en Líbano, dejando sólo unos cientos de soldados que asistirán hoy a una ceremonia de despedida. Ahora Beirut tiene que forjar un nuevo tipo de relación con su vecino.
En cuanto los camiones cargados con soldados sirios partieron rumbo a su país, Mariam Majzub comenzó a distribuir pintura para borrar los últimos vestigios de su presencia durante 29 años.
Sus hijos, sobrinos, nietos y vecinos colocaron banderas libanesas en el techo de los puestos de control abandonados cerca de su hogar en este pequeño poblado del Valle del Beká, encalaron las paredes y festejaron la fecha de partida con pintura verde: “Independencia 2005, domingo 17 de abril”.
Siria deja detrás de sí aliados firmes que se beneficiaron de su presencia. Al menos hasta las elecciones parlamentarias que presuntamente se realizarán el 31 de mayo, su personal militar puede desplazarse sin restricciones entre ambos países. El mes pasado, apenas horas después de que los sirios evacuaron sus oficinas de Inteligencia en Beirut, su jefe de Inteligencia se presentó en el lugar, como si quisiera enfatizar que pueden volver cuando quieran.