Se trata de un verdadero problema social que crece día a día: el narcomenudeo. La ciudadanía lagunera entiende y reconoce que el consumo de drogas en la región es un asunto que no se puede negar y menos ocultar; es real y por ello que merece, exige una rápida y eficaz actuación de las autoridades de los tres niveles de Gobierno y de la sociedad en su conjunto, para frenar y si fuera posible eliminar, esta grave amenaza.
El referente más cercano que ayuda a dimensionar el nivel del conflicto lo podemos encontrar en las palabras del titular de la Dirección de Salud y Asistencia Social Municipal, Sultane Giacomán Mah, para quien desde hace varios años se encendieron en Torreón los focos rojos por el elevado consumo de enervantes de todo tipo. La situación hoy es más alarmante ya que se están comercializando en la Comarca drogas sintéticas, que resultan aún más dañinas y adictivas que -por ejemplo- la marihuana y la cocaína.
Hay que tomar en cuenta, con seriedad, lo que advierte Giacomán Mah: está circulando droga sintética de la llamada “Cristal” o “Ice”; cuando las corporaciones policiacas logran terminar con un grupo de vendedores al menudeo de estas sustancias, “nacen diez más, cual monstruo de las mil cabezas”.
El funcionario subraya la importancia de que padres de familia, maestros y la ciudadanía en general, se sumen a las autoridades para integrar un frente común en la lucha contra el narcomenudeo. Tiene razón, pero cabe destacar que son las corporaciones policiacas, los agentes del Ministerio Público y los jueces, los responsables en primera instancia de evitar la proliferación de las llamadas “tienditas”; castigar a los “puchadores” y evitar que los jóvenes sean expuestos en sus propias escuelas a la creciente oferta de drogas. Que se sume la sociedad a una batalla que finalmente es de todos, pero que las autoridades también hagan su trabajo.
