“No se vale frivolizar, no se vale mentir, no se vale medrar”.
José Luis Soberanes
Lo más fácil -lo más políticamente correcto- sería unirse al coro de los que se rasgan las vestiduras por la afirmación del presidente Vicente Fox de que la mayor parte de los homicidios de mujeres en Ciudad Juárez están resueltos y los responsables se encuentran en la cárcel. La mayoría de los medios, organizaciones civiles e incluso el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos han hecho precisamente eso y han afirmado, simplemente, que el presidente está mintiendo.
Pero nadie ha podido explicar porqué le convendría mentir al presidente, ni nadie ha ofrecido cifras concretas que permitan constatar que, efectivamente, la posición del presidente es falsa. Esta semana el subprocurador para la delincuencia organizada, José Luis Santiago Vasconcelos, me señalaba que desde 1993 se han registrado aproximadamente 430 homicidios de mujeres en Ciudad Juárez. De esos crímenes, según el subprocurador, solamente 95 no se han resuelto. Esto significa que el 78 por ciento de los homicidios de mujeres en Juárez han concluido cuando menos en una consignación. Esta no es una mala cifra en un país en el que la impunidad de crímenes denunciados se eleva al 94 por ciento.
Son muchos los políticos y representantes de organizaciones civiles que afirman que esta información es falsa. El propio José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, lo ha considerado así. Pero nadie ha ofrecido hasta ahora una información detallada que lo compruebe. Algunos dicen que hay manifestaciones de protesta, lo que demuestra que la población no está satisfecha con los resultados de las investigaciones. Otros señalan que sigue habiendo homicidios.
Pero éstas no son pruebas que demuestren que es falsa la información de que la mayoría de los homicidios de mujeres en Juárez han sido resueltos. El año pasado tuve oportunidad de leer una auditoría de las muertas de Juárez que Elías Montañez, Francisco Javier Pizarro y Arturo del Hierro llevaron a cabo para el Instituto Chihuahuense de la Mujer. Este documento señalaba que entre marzo de 1993 y julio de 2003 fueron asesinadas en Ciudad Juárez 321 mujeres. De ellas, 90 fueron objeto de ataques sexuales.
Esta cifra es importante, porque el término de las “muertas de Juárez” se utilizó originalmente para las muertes de mujeres que habían sido objeto de ataques sexuales. Otras murieron por razones pasionales, venganzas, riñas, narcotráfico, robos, violencia intrafamiliar e imprudencia.
En ese entonces, a mediados de 2003, las autoridades afirmaban haber resuelto 35 de los 90 homicidios sexuales. Nuevamente, no se trata de una mala cifra, si es que la información es verídica. La fama de violencia de Juárez está bien ganada, sin duda, pero en un país en el que la violencia es cosa de todos los días Juárez no es la ciudad más violenta del país. Tan sólo en el Distrito Federal se cometen más de 700 homicidios al año; las estadísticas de la procuraduría local, sin embargo, no distinguen cuántas de las víctimas son hombres y cuántas mujeres. En homicidios totales, por otra parte, Ciudad Juárez tiene menos homicidios que Guadalajara, Ciudad Nezahualcóyotl, Nuevo Laredo, Puebla y Ecatepec, según una estadística que me proporcionó el año pasado una empresaria juarense.
Un solo homicidio de una mujer es suficiente tragedia para tomar medidas en el asunto. El que 430 mujeres hayan sido asesinadas en Ciudad Juárez en 12 años debe ser motivo de preocupación en un país en el que la violencia en contra de las mujeres ha sido tradicionalmente soslayada por autoridades machistas. Sin embargo, de nada sirve politizar el tema. Hay razones para pensar que el presidente no está mintiendo y que, efectivamente, se han resuelto más homicidios en Juárez que en otros lugares del país.
De hecho, bien se puede pensar que los medios de comunicación, por defecto o por política, le prestan más atención a los homicidios de mujeres en Juárez que a los de otras mujeres en el resto del país.
Las autoridades deben multiplicar sus esfuerzos para erradicar la violencia contra la mujer, pero no sólo en Juárez sino en todo México. Debe haber también una mayor transparencia en las cifras de homicidios de mujeres en todas las entidades. El homicidio de una mujer, de cualquier mujer, es demasiado importante para que se convierta en un instrumento de manipulación política.
CREDIBILIDAD
El presidente ofreció ayer nuevas cifras sobre los homicidios de mujeres en Juárez. Pero éstas son distintas a las del subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos. Según Fox, de 323 homicidios en 12 años, 230 (el 72 por ciento) han sido aclarados. Más que lanzar cifras al aire, sin embargo, el
Gobierno debería colocar en Internet una lista de todos los casos registrados con el resultado correspondiente. Sólo así se conseguiría la credibilidad.