CALLAO, Perú, (Reuters) - La francesa Maud Fontenoy, la primera mujer que cruzó en un velero el Atlántico de este a oeste, se embarcará n una nueva "fabulosa aventura": navegar a remo ocho mil kilómetros por el Océano Pacífico desde Perú a Tahití.
Fontenoy, de 27 años, seguirá la ruta hecha por el navegante noruego Thor Heyerdahl en 1947 en una expedición sobre una ligera balsa. La francesa Raphaela le Gouvello realizo la misma ruta en el 2003, pero en una tabla a vela.
"Se trata de una pequeña mujer sobre un pequeño bote. Quiero hacer de esta aventura realmente accesible tratando de hacerlo lo mas sencillo posible", dijo Fontenoy a Reuters en un club en el puerto limeño del Callao, desde donde ella partirá.
"Todo el mundo sabe remar, no hay mucho dinero en esto, es sólo la simple historia que todo el mundo puede entender", agregó.
Fontenoy zarpará en su bote Oceor -que parece una mezcla de un auto de carreras y un cohete- a las 16.00, hora local (2100 GMT), del miércoles, cuando el calor de verano empieza a disminuir.
Ella espera que el viaje tomará unos cinco meses. "Yo sé que estoy saliendo para hacer una fabulosa aventura", afirmó.
Por coincidencia, una replica del Kon-Tiki realizará desde abril la misma expedición de Heyerdahl.
Uno de los lados del bote de Fontenoy, de siete metros de largo por 1,6 metros de ancho, funciona como almacén. El otro extremo -que tiene una cabina acondicionada de aproximadamente un metro cúbico- será el hogar de la francesa.
Debido al gran calor que registra el verano en el hemisferio sur del continente, ella espera remar en la tarde o en la noche.
Sólo una bolsa de dormir grande, una tetera, un equipo clave para la navegación y un teléfono satelital, serán los que acompañarán a Fontenoy en esos días, además de tres libros como compañía.
Ella no tendrá Internet, pero su travesía será informada a través de su página cibernética www.maudfontenoy.com.
Cargado de útiles para 150 días de travesía -muchos de los cuales son alimentos en polvo- el bote pesa unos 600 kilogramos al principio del viaje. Fontenoy lleva un pequeño aparato para hacer potable el agua del mar.
Si Fontenoy tiene alguna dificultad, ella podrá enviar señales de ayuda "pero en el Pacífico, la ayuda puede demorar 10 días hasta mi bote, entonces es mejor no necesitar de eso".
"Tienes que llevar al límite los riesgos para prepararte bien, teniendo un buen bote, pero por supuesto el riesgo está aquí", dijo Fontenoy, quien confesó que estaba relajada.
"Por supuesto uno siempre tiene dudas, miedo, temor. Yo estoy empezando sin saber si tendré éxito. Lo único que sé es que voy a poner mucho coraje y todo mi entusiasmo en ésta aventura y espero hacerlo hasta el final", agregó.
Fontenoy ha pasado casi toda su vida en el mar -ella hizo su primer viaje por el Atlántico con su familia cuando tenía una semana de nacida- viviendo 15 años en un bote.
Cuando no viaja, tiene una empresa inmobiliaria "pero yo quiero regresar al mar", dijo.
En un viaje por el Atlántico en el 2003, ella vio ballenas, delfines, pescados voladores y tortugas, pero en ese viaje vivió también "terribles momentos", incluyendo una tormenta que duró 36 horas, con olas de 10 metros de altura que volcaron su bote 17 veces.
Y el Pacífico tiene sus propios problemas. "Hay enormes cantidades de tiburones, tres veces más que en el Norte del Atlántico, y eso no me anima nadar".
