Recurren productores a otras alternativas económicas para quitan presión a 100 mil hectáreas de la Sierra Sur
REGIÓN SIERRA, DGO.- Para frenar el contrabando de madera y la cacería furtiva fue necesario acabar con la improvisación en los altos mandos en los ejidos y, hacer conciencia sobre el cuidado del bosque.
De manera gradual avanzan unidos en este tenor ocho ejidos y seis predios privados de la Sierra Sur de Durango constituido de un macizo forestal de 100 mil hectáreas, afirma Juan Manuel Cassian Santos, asesor técnico, quien acepta que en otros tiempos la ignorancia y ambición casi acaba con el bosque.
Al paso de los años los ejidatarios han concebido la idea de cuidar más el bosque como riqueza sustentable, para lo cual eligen dirigentes mejor preparados y sobre todo a quienes tienen amor a la tierra, lo que les permite buscar alternativas económicas como la ganadería, fruticultura, turismo y de esa manera quitar presión a la zona arbolada.
Desde hace tiempo en esta zona respetan el desarrollo de la fauna en su habita y el aprovechamiento adecuado de la materia forestal, en fin la aplicación de programas integrales para elevar el nivel de vida de los serranos y lograr su arraigo en sus pueblos natales, así como promover el turismo.
Cassian Santos asegura que desde hace varios años en esta zona de la Sierra de Durango hay cero contrabando de madera, para lo cual todos los ejidos y predios particulares tienen casetas de vigilancia las 24 horas del día.
Por otro lado los ejidatarios trabajan en el mejoramiento genético de sus hatos, así como de la ganadería de traspatio que con el tiempo se fue perdiendo, hoy en esta región se está recuperando, gracias a los buenos resultados obtenidos en los últimos años en que lograron el premio al Mérito Nacional en el aprovechamiento de recurso forestal sustentable.
Actualmente aprovechan 80 mil metros cúbicos de manera en rollo cada año, ni un centímetro más, de lo cual tiene conciencia todos los ejidatarios de este lugar, añade el asesor técnico.
Otras actividades que se compaginan en esta región es la agricultura de autoconsumo y el turismo que cada día cobra importancia, aún cuando requieren de apoyos de promoción y para mayor infraestructura.
Entre las carencias señalan la energía eléctrica, pues solamente Echeverría de la Sierra, Navíos, San Isidro, Regocijo y El Encinal tienen ese servicio, mientras otras poblaciones como Ciénega de los Caballos, El Centenario solamente les falta la línea de distribución a los domicilios.
Así mismo les falta ese servicio al poblado Agustín Melgar, Sierra del Nayar, Pastor Rouaix, Milinillos, La Joyanca, Torre de Carpio, Cuevecillas y Culebras.
También requieren del pavimento del camino El Centenario al entronque a la carretera a Mazatlán en el kilómetro 60, del cual existe el proyecto ejecutivo, con lo cual se podría acercar los productos básicos a dos mil 500 habitantes de ese lugar.
Tienen otras opción
Los dueños de los recursos forestales de la Sierra Sur de Durango saben que las actividades de la cadena productiva forestal es tradicionalmente la principal fuente de ingresos y empleo, pero no la única.
Admite el asesor técnico de ese lugar que actualmente los productores presentan rasgos de debilidad que ocasiona baja rentabilidad en la producción de materias primas maderables que producen en sus bosques de pino y encino, debido a factores como la infraestructura deficiente y altos costos que los ponen fuera de competencia en el mercado.
Por otra parte el fortalecimiento de su organización y capacitación para responder a esos retos se ha frenado desde hace tiempo conjuntamente con el reto del sector rural, debido a las condicionantes impuestas por el tratado del mercado libre.
No obstante los serranos tienen otras alternativas, gracias a la amplia diversidad de recursos y escenarios naturales con alto valor turístico, lo cual con infraestructura necesaria cobrarían mayor importancia nacional e internacional.