En forma prepotente el Jefe de Vigilancia impide entrada a trabajadores administrativos
El jefe de Seguridad y Vigilancia del Centro de Rehabilitación Social, niega el acceso de personal a dicha institución, mandos superiores no saben nada del tema, se presume que esto se debe a represión por pedir aumento de sueldo, de acuerdo a lo informado por Miguel Ángel Garibay Morales, al momento en que se le impedía la entrada a su lugar de trabajo.
Según comentarios de varios trabajadores, el Centro de Rehabilitación Social, está pasando por serios problemas internos que se vienen suscitando desde hace varios meses, de los cuales, personal de El Siglo de Durango fue testigo de una anomalía dentro del marco de la visita del Cardenal Norberto Rivera Carrera a la mencionada institución.
Al momento de ingresar al Cereso, los reporteros de este medio de comunicación se dieron cuenta que los custodios no permitían el acceso a uno de sus empleados, argumentando que él ya no trabajaba en ese lugar.
Cuando estos se percataron de la presencia de los medios de comunicación, al empleado se le dejó entrar, y al investigar entre los demás trabajadores de la institución, se informó que ya ha pasado en varias ocasiones este mismo problema.
Garibay Morales, quien es jefe del Departamento de Informatica de la institución, manifestó que cuando los custodios que no le permitieron entrar le dijeron que él ya no pertenecía a esta dependencia, solicitó que le mostraran un documento donde le informaran su baja o despido de su trabajo, pero nadie le enseñó nada, simplemente el jefe de seguridad y vigilancia Jaime Reséndiz Chávez, de manera prepotente, comentó el empleado, le informó que eran ordenes superiores.
El jefe de informática, dijo que ?el pasado 2 de mayo, fue llamado de la Secretaría de Finanzas y Administración, de donde le solicitaron que firmara su renuncia, el empleado del Cereso, les pidió que le mostraran una carta de motivos por los que le exigían su retiro, respondiéndole que no había motivos, simplemente se necesitaban plazas libres para acomodar a dos mil compromisos de Ismael?
Se presume que esto se deriva a causa de que los empleados están solicitando un aumento de sueldo, pues desde hace más de dos años, no les han modificado el salario, comentaron los empleados.
La mayoría de los trabajadores en el área administrativa y de salud, son profesionistas y reciben sueldos muy abajo del salario profesional, al igual que los custodios, quienes se encuentran insatisfechos con la remuneración que reciben a cambio de su trabajo.
Al estar dentro del centro penitenciario, se obtuvieron datos del sueldo que reciben algunos empleados de la institución; un médico gana aproximadamente mil 200 pesos a la quincena, el Psicólogo mil, una enfermera 800, un psiquiatra mil 500, un jefe de departamento alrededor de dos mil y los custodios cerca de mil pesos, por lo que consideran que este salario es muy bajo en comparación con el trabajo que se realiza.
Otra de las irregularidades es que al cuestionar al director del Cereso, Oliverio Reza Cuellar y al secretario de Seguridad Pública, Juan Francisco Vázquez Novoa, sobre el porque se le estaba negando la entrada a uno de sus empleados, comentaron no saber nada sobre el tema, recalcando que en ningún momento han dado orden de negar el acceso a nadie.
Los trabajadores también consideran raro, que tanto Vázquez Novoa, como Reza Cuellar, han comentado en varias ocasiones que en relación al aumento de sueldo ya está autorizado, sin embargo, desde febrero los empleados esperan cada quincena la remuneración y no llega.
Juan Manuel Durán Castillo, quien fue ingresado al Cereso por el delito de homicidio en contra de quien fuera coordinador de agencias ministeriales federales, Miguel Ángel Ramírez Quiñónez, el 4 de septiembre del 2003, aprovechó la presencia de los medios de comunicación en el interior del Centro de Rehabilitación, para declarar que es el chivo expiatorio de la PGR.
Aseguró que él es inocente y que la PGR lo sabe, pero como el caso ya está en manos del juez, ya no se puede hacer nada.
Explicó que un elemento de la PGR lo detuvo en Tijuana el mismo día que fue la ejecución, y que le dijo que aunque no se parecía al retrato hablado que describió uno de los testigos, lo tenía que meter preso.
Señaló que el testigo principal que vio perfectamente bien al asesino, fue directamente con el juez a decirle que Duran Castillo no era el tipo al que vio disparando el arma, por lo que el interno del Cereso espera que se dictamine su libertad.
Añadió que está esperando que venga a Durango el visitador general de la república, Carlos Quevedo López, para que analice el caso. Probablemente en dos meses se lleva a cabo le juicio.
