La sustancia se ingiere también a través de alimentos fritos.
Berlín, (EFE).- Las personas que fuman tienen una mayor concentración de la sustancia cancerígena acrilamida en la sangre que los no fumadores, según un estudio realizado por la Universidad de Medicina de Hannover (noroeste de Alemania).
La sustancia no sólo se ingiere a través de los alimentos fritos, como las patatas, sino también a través del humo del tabaco, informó la citada universidad.
Los estudios han demostrado que la concentración de acrilamida en la sangre de fumadores es alrededor de tres veces mayor que la de los que no fuman, concretamente de en torno a 1.5 microgramos frente a 0.4 microgramos.
La investigación realizada bajo la dirección de la catedrática Renate Wribitzky desde 2003 ha puesto además de manifiesto que no existe una relación directa entre una dieta de alimentación concreta y la presencia de esta sustancia en al sangre.
Aunque en el 80 por ciento de las 395 personas que se sometieron a examen se comprobó la existencia de acrilamida, no se pudo demostrar que hubiera una relación directa entre la concentración y la dieta alimenticia.
Sólo el que come varias veces por semana patatas fritas, frescas o de bolsa, tiene unos valores ligeramente elevados. "La diferencia, sin embargo, es mínima y desde el punto de vista insignificante", señaló Wrbitzky.
Para poder definir mejor el papel de la alimentación en esta cuestión son necesarios más estudios, añadió la científica. Lo que sí está claro es que los fumadores corren un mayor riesgo.