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LAS VEGAS, EU.- Hace más de año y medio, Sergio Mora decidió inscribirse, al igual que otros ocho mil jóvenes estadounidenses, en una prueba atlética y de personalidad para el reality show titulado The Contender -El retador-.
Después de librar los recortes y quedar entre los 16 finalistas que estelarizaron el programa respaldado por el actor Sylvester Stallone, el peleador californiano de origen mexicano llegó a la final y se convirtió en el gran vencedor.
En la batalla ocurrida en el gigantesco hotel Caesar?s Palace (transmitida la noche del lunes por People+Arts), Sergio Mora, ?La Culebra Latina?, derrotó al ítalo-estadounidense Peter Manfredo Jr. y se adjudicó un millón de dólares.
?Los latinos somos gente humilde, pero no por eso debemos ver siempre hacia abajo, tengo orgullo de ser latino y se me ve en los ojos?.
?Ni el dinero ni la popularidad me cambian, yo me quedo en mi barrio pero quiero poner una casa más grande, porque vivo en un departamento de una recámara con mi mamá, que nació en Culiacán, y mis tres hermanos. En el este de Los Ángeles me crié 24 años y me quiero quedar ahí?, declara Mora.
Admirador de Roberto Durán, Salvador Sánchez, Oscar de La Hoya, Erik Morales y Sugar Ray Leonard (coanfitrión del programa junto a Stallone), Mora detalla que su apodo de La Culebra Latina tiene que ver con su complexión delgada.
?Además, mi estilo de pelea no es el estereotipo mexicano, más bien tengo el estilo de Bruce Lee, que no tenía estilo, así que yo tampoco (risas)?.
El púgil reconoce que saber que Rocky Balboa, es decir Stallone, estaba involucrado en The Contender: El Retador, fue un aliciente.
?¿Quién no quiere a Rocky? En especial a los latinos nos gusta mucho el boxeo y estar peleando enfrente de él fue todo un sueño, porque crecí admirando todas esas películas?.
Sin tradición de boxeo en su familia, Sergio Mora entró a ese mundo luego de que en reuniones con carnes asadas noqueaba a sus amigos.
?Uno de ellos, Carlos Salinas, me llevó al gimnasio con su papá, y así me metí. A mi mamá no le gusta el boxeo, pero me dice que si no me meto en gangas (pandillas) y drogas, sino que hago cosas respetables, ella me apoya?.
También sabe que el boxeo no está exento de corrupción: ?Sin embargo, son mis puños, no los promotores, quienes van a decidir mi futuro. No Don King, no Bob Arum, sino yo?.