“El único Estado estable es aquél en el que todos son iguales ante la Ley”.
Aristóteles
En un tiempo en que nos hemos acostumbrado a que la Secretaría de Hacienda pierda la mayoría de sus juicios contra los contribuyentes, este pasado siete de octubre pudo vanagloriarse de un triunfo importante ante los tribunales.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, efectivamente, decidió rechazar un recurso de amparo presentado por Carlos Peralta quien pedía una devolución de impuesto sobre la renta que originalmente, en 2001, era de un mil 750 millones de pesos pero que con actualizaciones aumentaba a tres mil 200 millones de pesos. Por una votación dividida de tres a dos, los ministros desecharon el amparo de Peralta y le dieron la razón al Sistema de Administración Tributaria (SAT). Esta decisión es definitiva: Peralta no tiene ya ningún recurso legal.
He escuchado numerosos comentarios de beneplácito por esta decisión de la Corte sobre la base de que el Gobierno ha obtenido una gran cantidad de dinero. Mucha gente piensa que hay algo obsceno no sólo en que una persona tenga tres mil 200 millones de pesos sino en que pretenda obtener una devolución de impuestos por esa cantidad. Pero la verdad es que la decisión de la Segunda Sala es paradójica y en buena medida cuestionable.
La disputa por este impuesto surgió de la venta de la telefónica Iusacell. La operación se hizo a través de la Bolsa porque la empresa cotizaba en ese mercado. La Ley del Impuesto sobre la Renta exenta esas operaciones del pago de gravamen. Desde un principio Peralta pidió que se le concediera la exención. Las autoridades hacendarias no accedieron, pero acordaron con el empresario que se hiciera el depósito para cubrir el pago mientras se ventilaba el asunto en los tribunales.
Son muchas las transacciones en Bolsa que han sido consideradas libres del impuesto sobre la renta por las autoridades fiscales y los tribunales. El caso más recordado es, sin duda, la venta de Banamex a Citigroup. Pero incluso una hermana de Peralta, quien vendió sus acciones de Iusacell en la misma operación que su hermano, obtuvo la exención fiscal de los tribunales.
Inquieta el fallo de la Segunda Sala porque parece aplicar criterios distintos a personas diferentes por la realización de la misma operación. Preocupa también el argumento que utilizaron los ministros para desechar el amparo. Según la mayoría de la Sala, el que el empresario hubiera depositado el impuesto de manera provisional mientras peleaba la devolución en los tribunales implicaba un reconocimiento del impuesto. Pero esta suposición pone en tela de juicio el procedimiento de hacer pagos provisionales de buena fe mientras se recurre a los tribunales para resolver una querella con la autoridad fiscal.
Yo pienso que hay buenas razones para eliminar la exención fiscal que actualmente se aplica a las operaciones en bolsa. La limitación de que debe haber Impuesto Sobre la Renta sólo en operaciones previamente concertadas es ambigua. Todas las grandes transacciones en el mercado son concertadas previamente. Y sin embargo, no se han cobrado impuestos a transacciones como la venta de Banamex.
En otros países del mundo las utilidades en Bolsa, como otras ganancias de capital, sí son sujetas de Impuesto Sobre la Renta. Eso no ha hecho que los inversionistas, nacionales o extranjeros, dejen de colocar su dinero en los mercados. Tampoco ocurriría en México. Si queremos realmente tener un sistema fiscal más eficiente y equitativo, en el que se exija por ejemplo impuesto a los pagos en especie o prestaciones, no hay razón por la cual no se deban gravar las ganancias de capital.
Pero sí se va a mantener la exención, porque se considera que ésta promueve flujos de inversión y evita fugas de capital, hay que aplicarla con estricta equidad. Es muy mala señal para los inversionistas el que la misma transacción genere impuesto en unos casos pero no en otros. Esta discrecionalidad puede tener un costo enorme para la economía y lleva inevitablemente a la corrupción.
El tema no es, por supuesto, Carlos Peralta. Un gran problema de nuestro país es la inequitativa aplicación de la Ley. Si las ganancias en Bolsa van a quedar exentas del Impuesto Sobre la Renta, es importante que esta regla se aplique a todas las transacciones o que se definan las excepciones con suficiente claridad para evitar que la misma operación sea gravada en algunos casos y quede exenta en los demás.
CONTRA LA PARTIDOCRACIA
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado que el Estado mexicano registre provisionalmente la candidatura presidencial de Jorge Castañeda. Éste es un triunfo importante para quienes pensamos que los partidos no deben tener un monopolio sobre las candidaturas a puestos de elección popular.
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