EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Hasta el 80 por ciento del presupuesto que el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ejerció en 2005, se destinó a la medicina curativa, es decir, para atender a personas con diabetes, hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.
Por eso, Raúl Mendoza Morquecho, director médico del ISSSTE, exhorta a los derechohabientes a integrarse a los programas preventivos del hospital, ?éste es el único medio para poder evitar los grandes costos, porque el gasto en la medicina curativa es considerable?.
Y es que explica que el presupuesto se destina a la medicina curativa, y esto impide que los recursos se inviertan en la rehabilitación del edificio, ?si son hipertensos diabéticos, deben acudir a la unidad de medicina familiar, y si son personas de la tercera edad que vayan al departamento de geriatría?.
Mendoza Morquecho dice que las principales causas de atención médica en el ISSSTE, son por diabetes, problemas coronarios, hipertensión, obesidad, luego vienen los problemas de gastroenteritis, artrosis, neumonías, vascular-cerebrales y respiratorios.
?Se destina el 80 por ciento de nuestro presupuesto en la medicina preventiva, y esto no permite crear una economía para poderlo asignar a obras en el hospital?. La diabetes es considerada una enfermedad crónica que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizarla adecuadamente.
La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo, dicha sustancia pasa a la sangre, proceso en el cual, la insulina le permite entrar en las células.
La hipertensión arterial llamada también ?el asesino silencioso? es el resultado de la combinación de las fuerzas del corazón y las arterias durante cada contracción del músculo cardiaco o latido del corazón. Cuando estas fuerzas son excesivas, aparece la hipertensión, enfermedad que ejerce sus efectos negativos precisamente sobre los órganos que originan estas dos fuerzas: el corazón y las arterias, los cuales son los más sensibles al efecto prolongado de la hipertensión.
Durante su etapa inicial, la hipertensión arterial cursa sin síntomas, de manera silenciosa, afectando los órganos vitales como el corazón, cerebro, riñones, ojos y arterias. Al principio el hipertenso no detecta ninguna alarma de los órganos afectados y por lo tanto no toma medidas correctivas a tiempo.
En una etapa tardía, la hipertensión arterial produce síntomas cuando la enfermedad ha progresado, presentándose dolor de cabeza prolongado y repetitivo, somnolencia, confusión y mareos; entumecimiento y hormigueo de manos y pies, sangrado nasal sin causa aparente, así como cansancio.