EAST RUTHERFORD, Nueva Jersey.- Los Gigantes de Nueva York aprovecharon la oportunidad de jugar frente a sus aficionados y vencieron por 27-10 a los desplazados Santos de Nueva Orleans.
En un extraño partido como locales, los Santos no se sintieron cerca de casa. La historia será la misma durante toda la temporada. Sin estadio, debido a los daños que el huracán Katrina causó en el Superdome y en Nueva Orleans, los Santos fueron enviados a Nueva Jersey para jugar su partido como locales.
Históricamente han sido más exitosos fuera de casa, bajo las órdenes del entrenador Jim Haslett (25-16 antes de este duelo), pero no pudieron superar varios errores críticos y cayeron a una foja de 1-1.
Aunque los jugadores de los Santos insistieron en que sólo se concentran por ahora en el futbol, durante el partido pareció que su mente estaba en otra parte. Tan sólo en la primera mitad se hicieron acreedores a 11 castigos por 72 yardas, incluido un contacto ilegal de Sedrick Hodge que les privó de un derribo del mariscal de campo en tercera oportunidad y que preparó la escena para el tercer touchdown de los Gigantes.