Ni duda cabe, la mujer se va instalando en el mundo moderno, salvo en algunas regiones retrógradas, como la igual del hombre; con los mismos derechos y obligaciones, equiparable responsabilidad de cuidar nuestros destinos como humanidad y con refrescantes particularidades que, sin pensarlo mucho, hacen evidente que el verdadero sexo fuerte es y seguirá siendo el de las féminas.
En la actualidad ellas ocupan un lugar preponderante en todas las actividades humanas, logro integral que los varones no alcanzamos, especialmente en lo relativo al cuidado de los hijos y el hogar; son profesionales distinguidas que sobresalen con su constancia y perseverancia, además de su especial inteligencia reforzada por el “sexto sentido”; igualmente se muestran eficientes y eficaces, en muchos casos sobradas, en trabajos que requieren cuidadosa meticulosidad. Ni qué decir de sus capacidades de relación, que ahora han dado en llamar “inteligencia emocional o social”, donde hacen gala de sus habilidades inherentes y del manejo de lenguajes distintos, más allá de los simples oral y escrito.
En los inicios del siglo XXI, la mujer ocupa puestos de alta dirección en todas las áreas y niveles laborales, es una gran líder profesional, altamente confiable y con manifestaciones de seria responsabilidad en el manejo de recursos humanos y materiales; también ha asumido el rol de “cabeza” en equipos multidisciplinarios, en la investigación científica y tecnológica. En el ámbito académico se ha mostrado sobrada, suficiente, muchas veces por encima de los varones. Tal vez su área débil sea la baja capacidad de relación con otras féminas de la misma jerarquía, o con aquellas que le son potencialmente amenazantes; en esas situaciones, se transforma en luchadora implacable, que no suspende el ataque ni pide tregua hasta acabar con el enemigo.
En el campo de la política muestran habilidades extraordinarias y han podido hacerse de destrezas que las hace verdaderas “gladiadoras del presente”, oposición difícil de vencer, particularmente por los varones que no contamos con los especiales sentidos de comunicación y aguzada inteligencia social, tal vez desarrollada por la necesidad de hacerse valer, a través de los siglos, en un mundo machista.
Hay ejemplos altamente positivos en todas las áreas del quehacer humano, pero igualmente hay muy malos en la vida pública, donde algunas féminas se encargan de aprovechar las circunstancias y lograr sus objetivos en formas poco claras.
Le ofrezco algunos ejemplos:
Rosario Robles fue una líder universitaria que sobresalió entre sus iguales en su época de universitaria, algunos la recuerdan por lo altamente combativa y hasta agresiva, que aprovechaba todos sus recursos intelectuales y emocionales, llegando hasta las lágrimas cuando era necesario para inclinar la balanza al lado de sus intereses. Como mujer pública supo mantener su status dentro del PRD al que perteneció, soportándose en la bandera del feminismo, llegando a hacer declaraciones como: “Nuestras luchas y nuestros derechos están directamente vinculados a la libertad de decidir y hacer de las mujeres, de acuerdo a nuestras propias convicciones...”, una clara postura de defensa de los valores de género, que luego cambió, cuando de su vida privada emergió la apasionada, de rendido amor romántico por su compañero. Igual negó su relación con él, como después la confirmó públicamente, siempre con capacidades de comunicación sobresalientes, incluso las no verbales ante las cámaras de televisión, que captaban magníficas dramatizaciones; finalmente escribió un libro donde expone sus puntos de vista en forma brillante.
Martha Sahagún Jiménez, de profesora de inglés y ama de casa pasó a partidista política, candidata a la presidencia de Celaya, Guanajuato, secretaria particular del gobernador de Guanajuato, secretaria de la Coordinación General de Comunicación de la Presidencia de la República y esposa del presidente de México. Al verse envuelta en escándalos por el manejo de dineros obtenidos como donativos para organismos no gubernamentales y de asistencia social que ella misma creó, ha hecho uso del excelente manejo histriónico, niega convenciendo y luego acepta lo negado, reta a los periodistas para que demuestren sus acusaciones y de ser necesario, enfrenta a subdirectores de periódicos generando dudas y controversias. Sabe del recurso de hablar sobre los derechos de la mujer y como darle besos a los niños, dejando imágenes útiles para exhibirlas en el medio nacional. Con base a sus habilidades de relación ha logrado que la Iglesia Católica declare “inexistente” su primer matrimonio; igual puede amanecer declarándose interesada por el servicio público, o insistir que se retirará a su “ranchito” a cuidar animales y sembrar la tierra, siempre quedando con todas sus alternativas abiertas.
Elba Esther Gordillo, chiapaneca, militante partidista de larga trayectoria, que con base a sus capacidades de relación con los gladiadores varones de la política mexicana, incluidos un ex presidente y la esposa del presidente, ha podido escalar posiciones hasta llegar a ser líder indiscutible del Sindicato de los Maestros; acusada, sin demostrarlo, de crímenes políticos, integrante de la Corriente Democrática de su partido, ex delegada de la Gustavo A. Madero del D.F. y secretaria del Revolucionario Institucional. A lo largo de su carrera ha sido acusada de fraude, traición, abuso de poder, uso de la violencia física, manejo ilegal de recursos, disposición de bienes, enriquecimiento inexplicable y de relacionarse con la oposición. Nada la ha hecho doblegarse y ha sabido salir airosa de todas las situaciones difíciles. Aun estando en el extranjero por motivos de salud, es un verdadero dolor de cabeza para sus contrincantes que nunca han podido someterla, con todo y el uso del peso de la maquinaria y del poder que poseen. La habilidad de deslizamiento en los medios políticos, manejo y manipulación de leyes y reglamentos, facilidad de palabra y habilidad histriónica, le han permitido ocupar un lugar preponderante entre las lideresas nacionales.
Un caso actual: Citlali Ibáñez Camacho, o Yeidckol Polenvnsky, que ha narrado su vida novelada, contrastada por diferentes versiones según el momento y la conveniencia. Con actas de nacimiento varias, que le amparan distintos nombres y edades; declaraciones que a través del tiempo cambia, como aceptar el trato de licenciada en Psicología y maestra, para luego afirmar que sólo fue directora en Canacintra, donde por cierto fue ensalzada por un numeroso séquito de varones admiradores; historias de abuso sexual y ocultamiento de ser madre de dos hijos traídos al mundo al tener solamente 12 y 14 años de edad, dejando un mar de dudas y preguntas sin contestar; fémina que lo mismo narra a una periodista la anécdota del abandono de su hogar, como años después niega lo dicho en entrevista con otra, afirmando que “su amiga (la que le dio asilo al dejar la casa materna) era su propia madre, a quien veía como tal (como amiga)” y entre voces apagadas por el llanto contenido, asegura decir la verdad; declara con ojos llorosos que no es cristiana, sino judía, poniendo de testigos a rabinos de la capital mexicana; insiste en postularse candidata y llegar a ser gobernadora, para ayudar a terminar con las mentiras y la corrupción. Lo sobresaliente es que un partido político, al que niega pertenecer, la apoya en sus intenciones, desoyendo las tramas confusas que de su vida ha creado.
Estos son sólo algunos ejemplos, que podríamos enriquecer a nivel local, con nombres y antecedentes que nos hacen reconocer que ya compite una nueva versión de “gladiadoras”, que saben dar un toque diferente a sus acciones de la vida cotidiana, incluida la política, perseguir objetivos hasta la obsesión; que demuestran capacidades y actitudes diferentes a las manejadas tradicionalmente por los varones, para las que ellos aún no están lo bastante preparados, quedando en franca desventaja. ¿qué le parece? ydarwich@ual.mx
