Se tienen que dar "mordidas" o propinas para toda clase de trámites.
Laguneros reconocen que se trata de "vicios muy arraigados"
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- México es uno de los países con más altos niveles de corrupción y donde se tienen que dar “mordidas” o propinas para casi todo tipo de trámites, es una práctica ancestral que no es buena y rezaga a la nación, además de que causa millonarias pérdidas a las empresas hacia adentro y en sus procesos de comercialización.
Según coinciden los empresarios laguneros, Pedro Luis Martín Bringas, miembro del Consejo de Organización Soriana y Carlos Delgado López, director del Parque Industrial Las Américas, no es tarde para empezar a impulsar otro tipo de valores como el código de ética, pero sin protagonismos, y más que pronunciarlo, hacerlo.
Hacen referencia a las declaraciones del director de Administración de Tyson de México, Arturo Miyar Luna, quien anunció un programa de ética como un primer paso del grupo que representa para combatir de manera frontal la corrupción que pueda generarse hacia el interior y exterior de la compañía.
Miyar Luna resalta que “uno de los objetivos es sembrar o rescatar aquellos valores que se han perdido con el tiempo como la honradez y la honorabilidad de las personas a fin de evitar con ello generar problemas similares a los de Nerón”.
Y más allá, refiere que la corrupción está al exterior cuando se tienen que transportar mercancías, por lo que se les avisará a proveedores y otros prestadores de servicios que como resultado de esta filosofía, no se darán “mordidas” o regalías a nadie para obtener un servicio.
En este contexto, Carlos Delgado López dice que es bueno y no desde una perspectiva sentimental, sino que tiene aplicaciones prácticas porque en la medida que se logre mover la conciencia de los trabajadores habría menos robos al interior y mejores rendimientos.
Pero, los “vicios son muy arraigados” y según el industrial, los factores de conflicto son hacia fuera porque “aunque nosotros no estamos acostumbrados a dar “mordidas” o dádivas, las piden en las aduanas, los agentes de tránsito, policías y otros servidores públicos”.
El problema de la corrupción es serio en nuestro país y debe irse cambiando porque el fuerte daño que se genera y la desconfianza son preocupantes, sólo que en eso, no solamente la sociedad debe participar por medio de no dar dinero por trámites, sino denunciar abusos y ser más participativa.
Por su parte, Pedro Luis Martín Bringas destaca que “urge” ya cambiar esta cultura, transformarla en valores de honradez básica e impulsar un código de ética en los trabajos y en el ámbito gubernamental en general.
Como un principio de elemental respeto, dice que “no entiendo cómo no se respeta a México y cuando mexicanos viajan a Estados Unidos, se transforman, no dan ‘mordida’ a tránsitos, no se pasan los rojos, no tiran basura, no se paran en cualquier lado, es inexplicable la transformación”.
Señala que en la organización “desde hace años manejamos principios de este tipo y está probado que da buenos resultados pues se combate el robo al interior de los negocios”.
Una guerra
Para terminar con la corrupción en todos sus niveles, que todavía existe aunque en menor grado y provoca pérdidas, se necesita la participación no sólo del Gobierno, sino de la población en su conjunto, dicen los empresarios laguneros.
Para el presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP), Antonio Juan Marcos Villarreal, los actos de corrupción siguen presentándose en todas partes, pues ha sido histórica en el país y muy difícil de erradicar, “pero es una guerra en la que los empresarios debemos participar”.
La industria del vestido, dice, se ha organizado y con el apoyo de la Secretaría de Economía se ha logrado disminuir la corrupción entre el personal de aduana al importar o exportar mercancía”.
“Hace unos meses se presentaban casos de tráileres detenidos en la frontera con cualquier pretexto por parte de los agentes aduanales y eso provoca pérdidas con los clientes que aplican una multa por entrega tardía, pero a últimas fechas no hemos tenido reportes”.
La corrupción, añade, es un monstruo al que no se le ha pegado muy duro y como muestra de ello está la “piratería”, la “fayuca” de todo tipo de mercancía que no ha sido atacada a fondo y provoca grandes pérdidas a las empresas mexicanas establecidas con toda legalidad.
“Hay que reconocer que se ha hecho un esfuerzo por combatirla, pero no ha sido suficiente y sigue haciendo daño por todas partes, de tal forma que debemos seguir combatiéndola”.
El hecho de que haya tantos vehículos de procedencia extranjera en el país, dice por su parte el empresario, Roberto Rodríguez Cruz, es una muestra de que la corrupción del personal de Aduana sigue. “A lo mejor es menos que antes, pero todavía hay”.
Respecto al paso de maquinaria u otro tipo de mercancía en la frontera, confiesa que como empresario no ha tenido problema, pues con la papelería en regla no debe existir, aunque desconoce si otros hayan tenido que dar “mordida” para permitirles el paso libre.
“El problema es que a veces nos callamos cuando somos víctimas de algún acto de corrupción, pero creo que hay que atacarla entre todos”.
En cuanto a nivel regional, dice que por desgracia hay algunos tránsitos en Gómez Palacio y Lerdo que se ubican en lugares estratégicos del Periférico para detener con cualquier pretexto a los camiones de carga, situación donde deben poner más atención los jefes para evitarlo, pues deja mal parada a La Laguna.