Buenos Aires, (EFE).- Una anciana de 98 años que está casi ciega guió a un grupo de paleontólogos al descubrimiento de una especie desconocida de dinosaurio en la Patagonia argentina, informa el diario Clarín.
Filomena Avila guió a los científicos a un yacimiento de fósiles cercano a su casa que se había explorado en 1922 y donde se acaban de descubrir los restos de una nueva especie de dinosaurio herbívoro de mandíbula cuadrada bautizada como bonitasauro.
"Primero tuvimos que convencerla de que no éramos traficantes de fósiles", relató al periódico el jefe de la expedición de paleontólogos, Sebastián Apesteguía.
"Tuvimos que insistir bastante: nos decía que no sabía nada, hasta que un día encontramos en el terreno de su casa una tibia enorme de dinosaurio", agregó.
Explicó que en 1922 una expedición halló un yacimiento de fósiles en la localidad de Cerro Policía, en la provincia de Río Negro, cerca de la casa de la anciana, donde rescató restos de dinosaurios que actualmente se exponen en el Museo Argentino de Ciencias Naturales.
Doña Tika, como se apoda a la anciana, "no era más que una niña, pero colaboró con esa expedición, cuyo fin era más naturalista que paleontológico", comentó Apesteguía.
"Gracias a Dios conocimos a doña Tika, que nos sirvió de guía" para volver a explorar ese yacimiento, subrayó.
El científico anunció este martes el hallazgo del bonitasauro, nombre derivado de que sus restos se encontraron en La Bonita, un paraje vecino a Cerro Policía, a unos 1.200 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Los restos hallados corresponden a un ejemplar joven, de unos nueve metros de largo y un extenso cuello, indicó.
Señaló que el bonitasauro, que vivió hace 83 millones de años y tenía una "mandíbula cuadrada y pico a los costados", se agrupaba en manadas para protegerse de los ataques de los carnotauros, aucasaurios y otros depredadores.
Apesteguía explicó que la mandíbula del ejemplar tiene una "lisa cuchilla de hueso, cubierta en vida por un material parecido al de las uñas de los hombres o el pico de los pájaros, que funcionaba como una guillotina para cortar las ramas pequeñas y duras sin gastar los dientes".
Dijo que otra característica del bonitasauro son los "dientes pequeños en la parte anterior, que se reemplazaban continuamente ya que, mientras uno funcionaba, ya había tres más esperando a salir".
Los restos hallados permitieron reconstruir el 70 por ciento del cuerpo de esta especie de dinosaurio hasta ahora desconocida, apuntó.