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BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El tenista David Nalbandián regresó ayer al país y fue recibido como héroe después de hacer historia al ganar el Masters de Shanghai, donde venció al número uno del mundo, el suizo Roger Federer.
Agotado luego de 30 horas de vuelo, el jugador que ya fue bautizado como "El Maestro", advirtió que aún no ha pensado en la trascendencia de lograr este título para Argentina después de 31 años, luego que en 1974 lo consiguió Guillermo Vilas.
"Todavía no sé bien del todo lo que pasa, pero en principio sí sé la magnitud que tiene este tipo de torneos, lo juegan los mejores y lo ganan muy pocos, eso me pone muy feliz y me da otras perspectivas para el año que viene", dijo.
En una multitudinaria rueda de prensa y después de ser ovacionado a cada paso que dio desde que salió del aeropuerto, Nalbandián explicó que "los records y lo demás quedará en los papeles, yo sólo trato de hacer lo mejor que puedo".
Esta es la primera vez que el tenista gana un campeonato de primer nivel, por lo que confió en que los torneos del próximo año jugará con otro tipo de tranquilidad aunque, eso sí, con las mismas ganas de siempre.
"La expectativa es que en este momento juego bien, eso me abre más camino a ganar torneos grandes, Master Series, Grand Slam", aseguró.
Por otra parte, Nalbandián señaló que Argentina ya demostró que tiene muy buenos tenistas desde hace tiempo porque hay una camada que viene haciendo cosas buenas.
Prueba de ello es que hay tres argentinos entre los diez mejores tenistas del mundo, pues el mismo Nalbandián subió al puesto número seis, en tanto que Guillermo Coria está en el nueve y Gastón Gaudio en el diez.
"Ojalá sirva para el futuro, tenemos suerte de ser ejemplo para los más chicos", señaló.
Nalbandián se dirigió a su ciudad natal, Uniquillo, ubicada en la norteña provincia de Córdoba, en donde miles de personas lo esperan para ovacionarlo y celebrar el excelente estado que disfruta el tenis argentino.