Armado con un rifle de grueso calibre, un policía preventivo interrogaba a los ciudadanos que acudían a realizar un trámite en los edificios de la Dirección de Protección Ciudadana o la Dirección de Tránsito y Vialidad. Varias personas se quejaron de la medida impuesta por algún mando medio, que no permitió al elemento aplicar su criterio o algo de razón, cuando la gente explicaba que sólo iba a realizar algún trámite administrativo.