EFE
Caracas, VENEZUELA.- El venezolano Osvaldo Ozzie Guillén, se convirtió en el primer manejador latinoamericano en coronar a un equipo en la Serie Mundial de las grandes ligas estadounidenses, al barrer en cuatro juegos los Medias Blancas de Chicago en el Clásico de Octubre a los Astros de Houston.
Guillén, de 41 años y uno de los mejores campocortos en la historia de los ?patiblancos?, llegó el año pasado a la dirección de su ex equipo como jugador, a los que prometió ?llevar a lo más alto?, logrando el sueño nunca obtenido por ningún latino de la manera más contundente, con una excelente postemporada.
El venezolano impuso un particular estilo de juego para llevar a su equipo a encabezar la División Central de la Liga Americana de punta a punta.
Chicago barrió a los campeones de 2004, los Medias Rojas de Boston en tres encuentros de la serie de división y superó a los Angelinos de Los Ángeles en cinco desafíos de la serie por el campeonato del joven circuito.
Más mérito por los Guillén Boys, como lo han bautizado en su país, es que derrotaron en sólo cuatro partidos a un conjunto como los Astros de Houston, que hicieron la hazaña de superar a los favoritos de la Liga Nacional, los Cardenales de San Luis.
El miércoles, Ozzie tuvo su mejor ayuda en su compatriota, el lanzador Freddy García, que se apuntó su triunfo más relevante en toda su carrera como pelotero. El que fuera titular en los rosters (nómina) por más de quince años con Chicago, alcanzó en apenas un año la posibilidad de llegar a lo más alto en la dirección de un equipo.
Guillén, como en su época de pelotero activo, de carácter fuerte y muy sincero a la hora de declarar en su propio estilo frente a los medios de comunicación, apostó a llegar lo más lejos posible pese a que muchos no daban muchas opciones de que lo lograría, más con un estilo poco comprendido por muchos, pero que refrendó con la victoria.
En poco tiempo, hace apenas año y medio, logró su primer objetivo de ser el primer manejador de su país en la historia de las grandes ligas estadounidenses. Ozzie Guillén, con una gran carrera en las grandes ligas como campocorto, especialmente con los Medias Blancas de Chicago, había quebrado el mito de ser el primer venezolano en tomar las ?riendas? de un equipo de grandes ligas, después que cubanos y dominicanos, como el experimentado Felipe Rojas Alou, hiciesen lo propio.
El pelotero venezolano, que en su país fue una emblemática figura de los Tiburones de La Guaira, jugó por más de 13 temporadas con los ?patiblancos?, antes de finalizar su carrera en los Orioles de Baltimore, Bravos de Atlanta y Mantarrayas de Tampa Bay.
En los últimos cinco años comenzó su carrera detrás de sus compañeros como uno de los entrenadores de los Expos y en los últimos dos como ?coach? de tercera base de los recientemente coronados campeones Marlines de Florida.
El venezolano dio sus primeros pasos como profesional en 1980, de donde fue contratado por los Tiburones de La Guaira de la liga local y por la organización de los Padres de San Diego.
Después de cuatro años en las ligas menores de San Diego, Guillén arribó en diciembre de 1984 a los Medias Blancas de Chicago en un cambio.
A su llegada, el hoy entrenador de Chicago ganó el premio al Novato del Año en 1985, con un excelente promedio de 273 puntos, dejando una nueva marca de apenas 12 errores en toda esa temporada.
En sus trece años como jugador de los Medias Blancas, Guillén participó en los Juegos de Estrellas de los años de 1988, 1990 y 1991, llegando una vez con Chicago a la fase de postemporada en 1993.
Tras su salida de Chicago, Guillén estuvo con los Orioles de Baltimore (1998), Bravos de Atlanta (1998-1999), con el que llegó a la Serie Mundial y terminó su carrera activa con los Mantarrayas de Tampa Bay (2000).
Para el beisbol de Venezuela es un gran honor tener hoy al técnico campeón de las grandes ligas, Osvaldo Guillén, que tendrá su nombre inscrito para la historia, al llevar a los Medias Blancas a su primer título tras 88 años de frustraciones.