Sin agua, entre la basura y en precarias condiciones se encuentran habitantes de ?El Manantial?
Es un asentamiento irregular que enfrenta serios problemas; corre peligro de inundación, es un foco de infección que se localiza a unos cuantos metros del basurero municipal y casi colinda con la planta tratadora de aguas residuales, por lo que las 24:00 horas del día se encuentra impregnado de malos olores, moscas y basura.
Se trata de El Manantial, un asentamiento humano irregular, en donde decenas de familias padecen frío y viven con el temor a ser despojadas de los terrenos que ocupan y que ya consideran de su propiedad. Si bien es cierto no han pagado esos lotes, dicen que lo mucho o poco que han dado les ha quitado el pan de la boca por un día.
En un recorrido realizado por El Siglo de Durango a este asentamiento ubicado en el oriente de la ciudad, en una zona en donde se planeó crecimiento y progreso, ya que están a punto de construirse dos fraccionamientos residenciales, se encuentran familias que exigen un pedazo de tierra para construir una casa de cartón, madera y hule, que con un brasero o una fogata caliente su casa, a pesar del peligro que representa esta situación.
No tienen agua ni energía eléctrica; esta última la obtienen ?colgándose? del poste que están cercando.
Con esfuerzos y sacrificios, muchas de estas familias han podido dar 50 pesos semanales, un abono que les quita muchas veces ?el chivo? para comer un día.
Gente que no tiene un ingreso mayor de 500 pesos semanales y con esa cantidad tiene que pagar alimentación para cinco personas, además de salir todos los días a trabajar. Con esto hasta la educación de los niños es difícil, aseguran.
Algunas de estas personas no han podido aportar ningún abono, pero por la necesidad de tener un techo de cartón para protegerse del frío se han visto obligados a invadir los terrenos, que aunque no son seguros ya les prometieron regularizarlos o reubicarlos algún día.
El terreno que están invadiendo es propiedad del Instituto de la Vivienda del Estado de Durango (IVED), y la institución califica el área como de alto riesgo por encontrase en una zona de inundación, además de que se encuentra cerca del basurero municipal y que pone en riesgo la salud de quienes habitan en este lugar.
Los putrefactos olores que despiden las aguas negras en proceso de tratamiento en la planta que también se encuentra cercana es otro peligro que enfrentan los habitantes de este sector.
Los niños en este asentamiento humano corren y juegan entre basura y excremento de los animales, así como entre la humareda que sale de su casa, ya que no tienen estufas de gas para cocinar y sus madres se ven obligadas a prender fogatas y calentones de las que emana humo y que contribuyen a incrementar la contaminación.
La suciedad se hace notar: no tienen baños para asearse, en algunas casas no hay ni letrinas, por lo que deben realizar sus necesidades fisiológicas a la intemperie, lo cual representa otro grave riesgo de enfermedad e infección.
Algunos de estos jacales están en reparación porque la lluvia del fin de semana pasado, además de los fuertes vientos levantó los techos, que cubren de plásticos que han encontrado tirados y que el aire ha traído de otras partes.
Las familias esperan respuesta de los funcionarios del IVED, quienes les han asegurado que tienen un proyecto nuevo para reubicarlos a otra zona.
Familias piden ayuda y solución
Agustina Serrano Revilla, de 39 años y madre de tres hijos, mencionó que en una junta el titular de esta dependencia, Abraham Moreno García, les indicó que allí se mantuvieran, mientras encontraban un lugar para vivir.
Pero ella no se conforma con este discurso, ya que comenta que si se estuviera en ?alto riesgo? no se tendría el albergue del basurero. Ellos lucharán por quedarse en ese terreno y aunque se encuentre en un hoyo los rellenarán hasta que quede en el nivel adecuado, asegura.
Esta familia se dedica a hacer ladrillos y en algunas ocasiones ?sólo se gana para mal comer?; su ingreso semanal es de hasta 500 pesos, que tiene que repartir entre los gastos de sus tres hijos, alimentación, así como en el pago de su terreno.
La señora María del Carmen Núñez, de 50 años, vive con su esposo que se encuentra enfermo; comentó que ?algunas veces me traigo desde otra parte el agua en bote y algunas ocasiones hasta en bolsas, para tomar?.
Su problema más grave es carecer de agua, ya que a veces las pipas no llegan a abastecer las tinas y los botes para preparar los alimentos y lavar.
Reconoció que casi no ha dado ahorro para su casa; no ha podido porque no trabaja y la mantiene una hija que tiene una familia qué sostener.
Otro caso es el de la señora Guadalupe Castro, cuyos nietos pequeños ayudan a construir y cubrir su casa; expresó que ?hay mucha gente acaparadora que no necesita el terreno y eso es lo que no quiere el IVED.?
Estas familias esperan que les digan la verdad las autoridades, ya que para ellas el lugar no corre ningún peligro, ni en tiempo de lluvia ni por el basurero, ya que según ellos, no llegan los olores.
Versión oficial
El director del Instituto de Vivienda del Estado de Durango, (IVED) Abraham Moreno García, comentó que el asentamiento El Manantial se encuentra irregular y que han acordado con las personas que en un momento dado serán reubicadas.
Dijo que está a punto de presentarse un proyecto para ver en qué lugar se les puede reubicar, en una zona que no esté contaminada, además de que el actual es un sitio que se encuentra en alto riesgo de inundación.
Aclaró que este asentamiento no se piensa reconstruir porque se pretendan construir nuevos fraccionamientos en áreas aledañas, pero en ese sitio, ya que no se permitirá construir nuevos núcleos habitacionales.
Explicó que si bien es cierto cerca de allí se está construyendo un fraccionamiento, es porque se tiene las condiciones adecuadas y la Dirección de Ecología dio los permisos correspondientes.
Aseguró que el problema de posibles inundaciones en El Manantial lo tiene detectado la Comisión Nacional del Agua, así como el Ayuntamiento, de ahí que se tomen las precauciones del caso.
Moreno García explicó que están investigando que algunas de estas familias no tengan otras propiedades, ya que en ocasiones se aprovechan para tener terrenos de más, por lo que están verificando si las personas realmente necesitan la propiedad.
En el último registro de población este asentamiento tenía 82 familias; señaló que tratará de que estas familias entren en un programa para que puedan fincar sus casas y no estén hechas de cartón; agregó que antes de que comience la temporada de lluvia se contará con un proyecto para este sector habitacional.