Madrid, (EFE).- Las hadas, principales protagonistas de un mundo entre la realidad y la fantasía, los duendes, trasgos y demás criaturas fabulosas se han reunido en el "Diccionario de Seres Fantásticos", el más completo y riguroso repertorio de cuantos se han realizado hasta ahora en castellano sobre estos seres.
Escrito por J. Felipe Alonso, periodista español y estudioso de las ciencias ocultas, en esta recopilación se da cuenta de todas las culturas que en un momento u otro de su historia se han ocupado de estas criaturas, que muchas han emparentado tradicionalmente con los cuatro elementos.
Así, por ejemplo, mientras la ondina pertenece al elemento agua, el silfo vive en el aire, la salamandra es del fuego y el gnomo aparece siempre asociado a la tierra y sus bosques.
"Curiosamente, se encuentran seres muy similares en todas las zonas del mundo. Así, por ejemplo, es normal encontrar seres acuáticos de idénticas características en Latinoamérica, los países de la cuenca mediterránea y en el sudeste asiático", cuenta Alonso.
Mientras las demás obras existentes en el mercado se refieren casi exclusivamente al mundo anglosajón, el "Diccionario de Seres fantásticos" presenta un abanico de personajes más amplio, con especial interés por los iberoamericanos y los españoles.
También incluye un índice de personajes, organizados por el país o la cultura de procedencia, que facilita la consulta.
"La idea de hacer un diccionario sobre el mundo féerico (de fée, hada en francés) surgió, sobre todo, porque no existía aún uno que agrupara a estos seres de todas las partes del mundo. Hasta ahora sólo había algunos buenos estudios generales españoles y algún que otro diccionario anglosajón dedicado únicamente a la tradición de las Islas Británicas", añade Alonso.
"Las hadas, los elfos y el resto de estas criaturas van más allá de lo que nos presentan los cuentos de Andersen o de los hermanos Grimm; de lo que nos transmite acerca de Campanilla James Matthew Barrie en su novela 'Peter Pan'", explica a EFE el especialista, autor de "Diccionario de las Ciencias Ocultas" (2000) y "Alquimia, cábala y simbología", entre otros títulos.
"Son seres con múltiples cualidades, buenas, en unos casos, y malas, en otros. Pueden cuidar los árboles, o un bosque entero, unirse a ellos y defenderlos a muerte de los invasores humanos; pueden ayudar a los campesinos a llevar a cabo con éxito sus labores de labranza, o pueden muy bien actuar con malicia o con intenciones vengativas", continúa el autor.
En su laboriosa tarea, Alonso contó con el empuje que sin duda da el creer en estas maravillosas criaturas: "Nunca he visto a ninguna de ellas, pero creo en su existencia, como creo en la de los ángeles y los demonios, y tampoco los he visto", afirma el autor, que cita una máxima vasca según la cual "todo lo que tiene nombre existe, porque, de lo contrario, para qué se le habría de dar nombre".
La recopilación, publicada en España por la editorial Espasa, consta de más de 2.000 entradas ordenadas alfabéticamente, en las que el lector puede recabar información sobre unos 3.000 seres diferentes de los cinco continentes.
