Diecisiete cadáveres fueron hallados ayer en diferentes sitios de Irak, en los alrededores de un bastión insurgente cercano a la frontera con Siria. Por su parte, el Ejército de Estados Unidos anunció ayer mismo la muerte de cinco infantes de Marina al estallar una bomba a un costado de la carretera, en el oeste de Irak.
Varios testigos, entre ellos un periodista, dijeron ayer que 11 cadáveres fueron descubiertos cerca de la población occidental de Qaim, con las manos amarradas a la espalda. Todos vestían ropas de civil y al menos uno había sido decapitado.
Los cadáveres fueron encontrados cerca de la aldea de Jabab, a unos 30 kilómetros al este de Qaim. Se ignora cuándo fueron asesinados. El ministerio del Interior también informó que otros seis cadáveres fueron encontrados cerca de Qaim, en las afueras de la población de Fosfat.
El funcionario del ministerio del Interior Falah al-Mahamdaui dijo que los seis hombres fueron localizados el jueves. También tenían ropas de civil.