(SUN-AEE).- El investigador Bradley Schaefer, de la Universidad de Louisiana en Estados Unidos, descubrió el catálogo estelar más famoso de la antigüedad, creado por el astrónomo griego Hiparco, en el que por primera vez compiló la posición de cada una de las estrellas conocidas en la antigüedad.
El catálogo al parecer desapareció durante la destrucción de la biblioteca de Alejandría a principios de nuestra era.
Por referencia de otros astrónomos de la antigüedad se sabía que en este catálogo Hiparco había incluido la posición de más de 800 estrellas.
El astrónomo griego inventó además la escala de brillos o magnitudes que aún utilizan los astrónomos.
Schaefer descubrió que el catálogo de Hiparco sobrevivió plasmado en la copia romana de una famosa escultura griega llamada El Atlas de Farnese, localizada en el Museo de Arqueología Nacional de Napolés en Italia, en la que se observa cómo Atlas carga una gran esfera celeste sobre sus hombros.
En ésta se pueden apreciar 41 constelaciones, el ecuador celeste, los meridianos de los solsticios y equinoccios, la eclíptica y los trópicos, pero no las estrellas.
Schaefer fotografió la estatua de dos metros de altura desde todos los ángulos, para utilizar la fotogrametría (técnica para obtener medidas reales a partir de la fotografía) y así derivar la posición de 70 puntos sobre él, encontrando que éstos sólo se desviaban levemente de sus posiciones correctas, lo que demostraba la precisión del globo celeste.
Para fechar la elaboración del mapa en el que se basó la escultura, Schaefer utilizó uno de los fenómenos descubierto por el propio Hiparco y que se conoce como precesión, o corrimiento de las fechas en que se producen los equinoccios y solsticios.
Él encontró que de acuerdo al ecuador y meridianos de la escultura, la fecha rondaría alrededor del año 155 antes de nuestra era, con un error de 55 años. De cualquier manera, la fecha corresponde con la de la creación del catálogo en el año 129 antes de nuestra era.
El investigador norteamericano piensa que el escultor romano que hizo la copia se basó en uno de los tantos globos celestes realizado por el mismo Hiparco, abriendo sin saberlo una ventana a la astronomía del pasado y preservando el más famoso catálogo de estrellas de la antigüedad.