Buenos Aires, (EFE).- Un grupo de científicos halló en la Patagonia argentina los yacimientos de flora fósil de mayor diversidad del mundo, un "paraíso terrenal" que sobrevivió a los dinosaurios antes de desaparecer en lo que ahora es un desierto.
En los yacimientos se han identificado 172 especies de plantas y árboles de un vergel amparado por el clima subtropical que hace 50 millones de años tenía lo que ahora es una extensa zona del sur de Argentina, explicó el paleontólogo Rubén Cúneo.
Hasta ahora se han extraído unas 8 mil piezas fósiles y los científicos se sorprendieron al hallar restos de eucalipto, un árbol que hoy abunda en Argentina y que se creía que había sido "importado" desde Australia a fines del siglo XIX.
"Ahora creemos que el eucalipto pudo haber nacido en la Patagonia", comentó Cúneo, director del Museo Paleontológico Egidio Feruglio de la ciudad de Trelew, en Chubut, la provincia donde se halló el mayor de los yacimientos, de unos mil kilómetros cuadrados.
Otra zona, que tiene entre 20 y 30 kilómetros cuadrados de extensión y está situada en la provincia de Río Negro, al igual que la de Chubut es explorada desde hace dos años por científicos argentinos y estadounidenses de la Universidad de Pensilvania y del Museo de Denver.
Lo curioso es que estos yacimientos ya habían sido explorados por expertos a comienzos del siglo pasado, pero Cúneo matizó que "siempre se vuelve sobre los pasos de los investigadores pioneros".
Los fósiles identificados hasta ahora, entre ellos de coníferas extintas y otros árboles que quedaron relegados a una estrecha franja de bosques patagónicos, son del Eoceno (de hace 50 millones de años).
Pero hay miles de piezas más y los científicos confían en que se pueden hallar otros fósiles aún más antiguos.
Entre los hallazgos, los expertos descubrieron hojas fosilizadas que tienen señales de mordeduras de insectos, lo que abrió una investigación sobre la diversidad de invertebrados que poblaban la región hace milenios.
También se hallaron restos bien conservados de ranas y otros batracios.
Cúneo comentó que la evolución de la Patagonia y su composición geológica la convirtió en el "lugar ideal" para investigar los orígenes de la flora porque su actual clima casi desértico y con afloramientos de roca han conservado "muy bien" al pasado.
Siete millones de años después de que desaparecieran los dinosaurios, el entorno selvático en el que vivían se mantuvo gracias a la ausencia de la cordillera de Los Andes, que permitió un clima caluroso y húmedo propiciado por los vientos oceánicos.
El sitio "mas interesante" está dentro del yacimiento de Chubut y es el llamado Laguna de Hunco, que se formó donde había una caldera volcánica de unos 35 kilómetros de diámetro, apuntó el científico.
Allí había un gran lago rodeado de abundante vegetación, cuyos restos se preservaron en sedimentos de arena lacustre que con el correr de los milenios quedaron expuestos al clima inhóspito que hoy domina a la zona.
En opinión de Cúneo, en la Patagonia "hubo un paraíso terrenal" que sobrevivió a la desaparición de los dinosaurios, cuyo paso por la región ha dado lugar a sorprendentes hallazgos de otros grupos de investigadores en los últimos meses.
Señaló que la zona de la Laguna de Hunco había quedado "un poco perdida" para la ciencia después de que fuera visitada en 1920 por el geólogo y paleontólogo italiano Egidio Feruglio, quien había sido contratado para hacer prospecciones petroleras.
"Nuestro museo lleva el nombre de Feruglio por su meticuloso trabajo pionero: en aquellos años no había los recursos tecnológicos de ahora", puntualizó.
El director del Museo Egidio Feruglio dijo que los paleontólogos han vuelto a interesarse en la exploración de la Patagonia al calor de un mayor apoyo económico del Estado argentino y de la cooperación internacional, que facilita acuerdos con universidades extranjeras o la sociedad privada estadounidense National Geographic, entre otros.
