Italia, (Reuters) - Unos cinco mil 300 años después de su muerte violenta, un hombre de la Edad de Piedra hallado congelado en los Alpes está revelando poco a poco sus secretos a un equipo de científicos de todo el mundo.
Pero a pesar de más de una década de esfuerzos de los expertos con tecnología avanzada en genética, botánica e ingeniería, permanecen sin resolver muchas preguntas sobre su vida y su muerte. Incluso, los rumores de una maldición mortal para quienes lo encontraron continúan vigentes.
El montañero aficionado alemán Helmut Simon y su esposa descubrieron a Oetzi, denominado así por haberlo encontrado en las montañas entre Italia y Austria, cerca del valle Oetztal, en 1991.
A primera vista, pensaron que era el cuerpo de un desafortunado escalador.
Los médicos forenses y sus ayudantes tampoco pudieron reconocer la importancia del hallazgo en una primera inspección: una grabación documental muestra a un asistente que utiliza una pieza de madera, posteriormente identificada como parte del antiguo equipamiento de la momia, para extraer el cuerpo congelado.
Sólo los nuevos métodos como el ADN y los análisis del esmalte de la dentadura arrojan un retrato más claro de su vida.
"Mirando al hombre de hielo, podemos ver como la ciencia se ha desarrollo durante los últimos años", dijo Angelika Fleckinger, coordinadora del Museo de Arqueología en la ciudad de Bolzano, en el Tirol del sur, donde Oetzi está conservado. "Siempre hay nuevos descubrimientos".
En el último proyecto, los investigadores de genética están analizando su ADN en Oxford y Bolzano para encontrar pistas sobre su origen étnico.
Los científicos esperan tener los primeros resultados dentro de unos meses. El resultado final podría suscitar polémica en una región reclamada por italianos, germano-hablantes y miembros de la antigua cultura Ladin.
"Hasta la fecha, solo sabíamos que era centroeuropeo tras las primeras pruebas de ADN", dijo Peter Pramstaller, jefe del equipo que investiga los orígenes de la momia en el Instituto de Genética de Bolzano.
ACUPUNTURA DE LA EDAD DE PIEDRA
Los datos que se desprenden de su esmalte dental, de las muestras de tierra y agua ya han demostrado que probablemente Oetzi creció en la región Pustertal, en el sur de los Alpes, y que dejó su hogar en el valle cuando tenía entre 20 y 30 años.
Los arqueólogos creen que podría haber sido una especie de chamán. Utilizaba hongos medicinales, y sus tatuajes - una serie de líneas paralelas cortas y oscuras - habían sido realizadas para tratar su artritis como una forma de acupuntura ancestral.
Pero incluso los mejores científicos no han podido explicar las circunstancias de su muerte.
En el 2001, con la ayuda de imágenes de rayos X, los médicos detectaron una cabeza de flecha en el omóplato del hombre de hielo.
Las pruebas de ADN también revelaron rastris de sangre de cuatro personas diferentes en la vestimenta de Oetzi, y una cortada profunda entre sus dedos pulgar e índice, posiblemente producto de una pelea.