LONDRES, INGLATERRA.- La suiza Martina Hingis vuelve al circuito y el mundo del tenis está encantado con la noticia.
Inicialmente, Hingis dijo que su aparición en el torneo de Pattaya la próxima semana era una participación individual para ayudar a los niños pobres de Tailandia.
Después, la suiza dejó en claro que una buena actuación la podría convencer de volver de lleno al circuito que abandonó, quebrada física y espiritualmente, hace dos años.
Su retiro a los 22 años fue una de las historias de ascenso y caída más dramáticas en el tenis.
A los 16 años Hingis estaba en lo más alto del escalafón y se había convertido en la tenista más joven en ganar un torneo de Grand Slam y llegar al número uno del ranking al conquistar los abiertos de Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia.
La suiza compensó su falta de estatura con un gran oficio en la cancha, así como un buen manejo de los tiempos y una voluntad inquebrantable. Esa combinación la hizo aniquilar a sus oponentes. Además, es para destacar que todo eso fue logrado con una sonrisa en su rostro.
A finales de 1997 parecía que había poco que pudiera impedir que Hingis dominara el tenis como en su tiempo lo habían hecho la checoslovaca nacionalizada estadounidense Martina Navratilova y la alemana Steffi Graf.
Pero ella no vio venir a las hermanas Williams. Primero Venus y después Serena abrieron agujeros en los planes de juego de Hingis con su fortaleza física y mental.
La declinación de su juego
"El juego se hizo cada vez más físico, especialmente cuando llegaron las hermanas Williams", dijo Hingis en junio. "Tenía que entrenar más en el gimnasio, y esa no era mi parte favorita".
Hingis ganó el último de sus cinco títulos de Grand Slam en el Abierto de Australia en 1999. Después de conquistar nueve títulos en 2000, su fuerza comenzó a declinar.
En 2001 demandó a la empresa de indumentaria deportiva Sergio Tacchini, diciendo que las zapatillas que usaba habían lastimado sus pies. Las operaciones en sus tobillos en octubre de 2001 y mayo de 2002 hicieron que se retirara del tenis. Su último partido fue en Filderstadt, Alemania, a finales de 2002.
Desde ese momento dedicó su tiempo a mejorar su inglés, montar a caballo y aparecer en los grandes torneos como espectadora o comentarista de televisión.
Hingis rechazó las sugerencias de que podría volver al tenis, diciendo que las mismas eran "inconcebibles".
En diciembre anunció su participación en Pattaya pese a que descartó firmemente una vuelta al circuito.
"Eso no es algo que esté en las posibilidades. Eso es algo de una vez para ella. Y tiene relación con el trabajo de caridad que hizo en el pasado", dijo Lisa Chaffey, de la empresa que representa a Hingis, Octagon, en ese momento.
Este mes, la suiza admitió que iba a usar el torneo como una prueba para ver si está capacitada para volver al circuito.
"Dependerá de cómo reacciona mi cuerpo. Pero hay algo claro, aún amo el tenis", declaró.
La ayuda a los demás
La próxima semana las tenistas más importantes estarán en el Abierto Pan Pacific de Tokio, y la principal tenista del Torneo de Pattaya será la francesa Marion Bartoli, que ocupa el puesto 39 del ranking mundial.
Hingis, embajadora de la buena voluntad de la Organización Mundial de la Salud (OMS), buscará reunir fondos para organizaciones de ayuda a mujeres y niños que sufrieron abusos y privaciones.
Su reaparición llega en un buen momento por razones personales y para el bien del tenis.
Las hermanas Williams tienen dificultades para mantener la intensidad de su juego, mientras que la estadounidense Lindsay Davenport es la actual número uno.
El tenis femenino fue copado por las rusas en 2004, y mientras el triunfo de Maria Sharapova en Wimbledon fue una de las grandes imágenes de 2004, la disciplina podría mejorar con una inyección del estilo y las opiniones fuertes de Hingis. Sus ex rivales esperan volver a enfrentarla en las canchas.
"Me sentí triste y desilusionada cuando dejó el tenis tan joven", dijo Davenport. "Siempre tuve una buena rivalidad y amistad con ella. No hay nada que me gustaría como verla de nuevo en el circuito, jugando en un gran nivel y siendo competitiva".
"Siempre pensé que fue triste cuando se retiró", declaró Venus Williams en el Abierto de Australia. "Creo que si puede volver será muy bueno para el tenis, y obviamente para ella".