Recuento | La controversia ha sido la constante en el sector empresarial
A 19 meses de su construcción el DVR es aún tema de debate.
Torreón, Coah.- Ante las evidencias fundamentadas de fallas de origen en la construcción del Distribuidor Vial Revolución (DVR), las posturas se confrontan entre quienes lo consideran digno, seguro y aquellos que advirtieron desde el año pasado, los errores en el proceso constructivo, en la supervisión técnica, la inseguridad por la falta de peraltes en los viaductos y el colapso inminente de la obra.
El puente lleva ya tres reparaciones en su estructura en general, que no han podido lograr la sobre-elevación necesaria para obtener una circulación vial segura, tampoco detener la caída de los viaductos y según el Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto, mantiene la obra en peligro potencial de colapso súbito. Pese a ello, hoy a 19 meses y cinco días de su inauguración, el tema sigue dividiendo la opinión de los diversos sectores de la Laguna
Estas fallas en la importante obra de infraestructura vial que costó según cifras oficiales, 140 millones de pesos, aportados a partes iguales entre el Gobierno Estatal de Enrique Martínez y el Gobierno Municipal de Guillermo Anaya, han sido señaladas desde el año pasado por El Siglo de Torreón.
Una obra para cien años
Las expectativas de obra para cien años cambiaron rápidamente. La madrugada del siete de febrero de 2004, un tráiler cargado con cajas de huevo, procedente del ejido La Torreña con destino a Monterrey cayó de uno de los viaductos y murió uno de los dos ocupantes. El accidente se registró una semana después de que el DVR entró en operación. Posteriormente, el jueves 13 de mayo de 2004 también en la madrugada, un tráiler con doble remolque, cargado éste con marmolina estuvo a punto de caer totalmente al vacío, el conductor maniobró y logró que el tractor y la caja principal quedaran sobre el puente. Los problemas empezaron a aflorar y la guerra de declaraciones también.
El lunes 26 de julio de 2004 El Siglo de Torreón publicó un reportaje bajo el título: Errores en construcción del DVR, donde se mencionaba que la obra, aun con dos reparaciones, no correspondía al proyecto original. Desde la primera de varias entregas periodísticas ha quedado demostrado que las fallas estructurales existen de origen, donde con pruebas documentales se evidencia que hubo problemas desde la etapa del cimbrado y en el proceso de postensado de cables de acero que tiene el puente en su interior. También se señaló que hubo cambios en el proceso constructivo e inclusive, la recomendación de parar los trabajos en algunos viaductos y las instrucciones específicas que no se atendieron, por lo que se acentuó la problemática.
Algunas voces, preocupadas desde antes de la inauguración del puente que se desfasó un mes de la fecha programada para concluirlo, comenzaron a escucharse con más fuerza. Una de estas voces fue la del entonces director de Obras Públicas de Torreón, Gerardo Berlanga Gotés, quien al igual que el presidente del Consejo de Vialidad, Héctor Aguirre, empezaron una larga cadena de cuestionamientos a los que se sumó luego el Centro Empresarial de la Laguna (Coparmex), por parte de Arturo Gallegos y Fernando Royo Díaz Rivera.
Problemas en neoprenos
El lunes 16 de agosto de 2004 El Siglo de Torreón publicó: Bitácora confirma errores en DVR. Donde se denunciaba que no se lograron los niveles de pendientes necesarios en las rampas. Así como problemas en neoprenos y cambios en el proceso de construcción.
En esta entrega se consignó, con citas textuales de la Bitácora de construcción en poder de El Siglo de Torreón, los problemas que hubo en el proceso y se brindó información técnica amplia y detallada sobre los motivos reales de la sustitución de los neoprenos, el por qué no se lograron los niveles de peraltes necesarios, así como fechas y fases de las fallas, de acuerdo a la comunicación, sostenida vía registros, entre la empresa supervisora externa Coordina que cobró por su trabajo cinco millones de pesos, la empresa proyectista BM, la constructora Acolsa que hizo el puente, así como personal responsable de la Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas del Gobierno del Estado.
No obstante estas dos publicaciones, los accidentes registrados y pese al clima de sospecha entre la ciudadanía, el Secretario de Urbanismo y Obras Públicas, Jorge Viesca, ha avalado el DVR. Asegurando de manera tajante que fue construido a prueba de peritajes.
En medio de esta controversia, el apoyo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), por parte de su presidente Alfonso Soto Corral ha sido incondicional. Se han organizado reuniones dentro y fuera de las instalaciones del organismo, como el desayuno del 17 de marzo de 2004 en el que se dio un voto de confianza a Viesca Martínez, entregándole un reconocimiento por ?la magna obra del Distribuidor Vial??. En esa ocasión el presidente CMIC ofreció ayuda de especialistas para demostrar que la obra fue bien hecha.
Por su parte la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), presidida en ese entonces por Robert Stefanic Mery, aseguró que para él, las explicaciones sobre el DVR, eran satisfactorias y la misma postura de adhesión fue asumida por el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Sergio García López, al negarse a reconocer las dos primeras reparaciones realizadas al DVR.
En contraparte el presidente del Consejo de Vialidad Municipal, Héctor Aguirre Sarabia, nunca convencido de las versiones oficiales, insistió en la inseguridad del DVR y fue él quien el 14 de mayo de 2004 demandó se realizara una auditoria técnica a manera de tercería, secundado por Arturo Gallegos y Fernando Royo, entonces presidente y vicepresidente del Centro Empresarial de La Laguna (Coparmex).
Héctor Aguirre Sarabia Sarabia lo planteó personalmente al gobernador, Enrique Martínez, a quien le pidió una tercería ante la gran cantidad de dudas respecto a la seguridad y durabilidad de la obra. En sus declaraciones, calificó entonces de ? tibia?? la postura del alcalde, Guillermo Anaya, ya que asumió una actitud de indiferencia hacia el conflicto.
La actitud del alcalde contrastó siempre con la de su director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, ya que éste, basándose en sus conocimientos técnicos, demandó siempre respuestas en el mismo terreno a Jorge Viesca Martínez, pero nunca las obtuvo.
La exigencia de que se hiciera una tercería al DVR por parte de pocos organismos empresariales, se fortaleció con la presión política por parte de los diputados que integraban la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso del Estado, quienes solicitaron con insistencia la comparecencia de Jorge Viesca para que les explicara los detalles de la construcción del DVR: las fallas estructurales y la relación con los dos accidentes ocurridos, aunado a la urgencia de una tercería, esto, según declaraciones del entonces diputado y coordinador de la bancada panista, José Ángel Pérez, el 16 de mayo de 2004.
En el mismo sentido insistió el diputado panista, José Luis Triana Sosa, integrante de la Comisión de Comunicaciones y Obras Públicas, quien exhortó al funcionario a dar la cara ?para evitar que crezcan las especulaciones??, la misma postura asumió la diputada local por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Beatriz Granillo.
Se anuncia la tercería
El 26 de mayo de 2004, el secretario de Urbanismo y Obras Públicas, Jorge Viesca, dio a conocer que ?por sensibilidad hacia las inquietudes ciudadanas??, el Gobierno daba respuesta y anunció una tercería al Distribuidor Vial Revolución, previa licitación de estos trabajos. Se haría en forma conjunta con el Municipio y adelantó que habría previamente ?pruebas de laboratorio y campo al puente para verificar las características de los materiales y los trabajos realizados??. Las reacciones no se hicieron esperar y fueron diversas.
Mientras el presidente del Consejo de Vialidad Municipal, Héctor Aguirre, volvió a cuestionar al alcalde Guillermo Anaya, por no asumir su papel como autoridad al no acudir a la reunión en que se anunció la tercería, Guillermo Anaya, apoyó a Viesca en cuanto a la realización de la tercería y precisó que ?es mejor arreglar lo que se tenga que arreglar??. Sin embargo el alcalde se deslindó al argumentar que no tenía dinero para apoyar la revisión técnica que supuestamente costaría un millón de pesos. Dijo entonces que no recibiría la obra en esas condiciones y por su parte el director de Obras Públicas del Municipio, Gerardo Berlanga Gotés, señaló que el DVR tenía ?varios pendientes??, y que la responsabilidad relacionada con éste, era exclusivamente del Estado, ya que así lo exigió el propio Viesca Martínez.
El gobernador, Enrique Martínez, declaró al respecto que se harían ahorros financieros en algunas áreas gubernamentales para pagar lo que costara la revisión. En la mayoría de sus declaraciones el sentido de su discurso fue el mismo: ?que se haga lo que se tenga que hacer? y ? yo no soy técnico??.
Cabildeos entre empresarios
Los cabildeos entre empresarios a nivel cámara o de restaurantes, fue la constante.Una muestra de ello fue al interior del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP ), encabezado por Roberto Rodríguez en mayo de 2004, cuando se sometió a votación la propuesta que en vez de la tercería al DVR, ya que no era necesaria, ?se invirtieran los recursos para elevarle los peraltes, colocarle bordos al puente y financiar una campaña de orientación vial masiva para informar de la aplicación de fuertes multas para conductores que circularan con exceso de velocidad?, esto a iniciativa del presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Alfonso Soto Corral, quien logró la aprobación por mayoría de votos. El representante de los constructores reconoció el 26 de mayo de 2004 que se reunieron a comer con Viesca Martínez, varios organismos, entre ellos el Colegio de Ingenieros Civiles de La Laguna.
Los únicos organismos que votaron en esa sesión a favor de la tercería fueron: Centro Empresarial de La Laguna, Coparmex, Consejo de Vialidad y la Unión Ganadera Regional.
Antes de la tercería al DVR se le hicieron algunos análisis de calidad de materiales y de resistencia que dieron resultados favorables, de esto dependió ?aumentar el factor de seguridad?, según declaró el 30 de mayo de 2004, Jorge Viesca Martínez. Los trabajos provocaron inconformidad entre representantes del Centro Empresarial de La Laguna que demandaron suspender las reparaciones y exigieron transparencia, además de la entrega de la bitácora y cuestionaron el hermetismo al respecto por parte de Jorge Viesca.
El director de Obras Públicas del Municipio, Gerardo Berlanga Gotés, dijo desconocer qué tipo de trabajos se hacían entonces en el DVR, ya que el Gobierno del Estado pidió ser el único en informar al respecto, sostuvo que a ellos (al Ayuntamiento), nunca se les había informado ni invitado a las reuniones informativas ni por parte de Viesca Martínez ni por los empresarios. Argumentó que posiblemente las acciones de ?calzado de las superestructuras?? eran acciones previas a la tercería y negó que en este asunto, la autoridad municipal se estuviera lavando las manos. Al respecto, el presidente de la Cámara de la Construcción, Alfonso Soto Corral, defendió estos trabajos y aseguró que no eran reparaciones las que se hacían en el DVR, sino cálculos de resistencia para determinar si se incrementarían los peraltes.
Fernando Royo Díaz Rivera, en ese entonces vicepresidente de Coparmex, insistió varias veces en la entrega de la bitácora, incluso por escrito y a nombre del organismo empresarial, hasta que Jorge Viesca se la negó públicamente, según dijo, para evitar: ? que la información cayera en manos irresponsables ".
El 25 de junio de 2004, Jorge Viesca Martínez, ante representantes empresariales anunció que se incrementarían los peraltes en el DVR y que en un mes y medio después estarían terminados los trabajos, que no reñían con la tercería y al día siguiente se quitarían los bordos logarítmicos en las entradas a los viaductos en el DVR.
El anuncio fue recibido con beneplácito por Robert Stefanic Mery, presidente de Canacintra, Pedro Vázquez, presidente de la Cámara Agrícola y Ganadera, así como Alfonso Soto Corral, presidente de la Cámara de la Construcción, pero se enfrentó a los cuestionamientos del presidente del Consejo de Vialidad, Héctor Aguirre y del presidente y vicepresidente de Coparmex, Arturo Gallegos Salcido y Fernando Royo.
Una nueva polémica
El primero de julio de 2004 y mientras se decidía fecha para la tercería, se suscitó una nueva polémica pero esta vez por la publicación de que las estructuras de fierro que sirvieron para levantar las superestructuras del DVR durante inspecciones realizadas, fueron fabricadas en la empresa Jimsa, propiedad del director de Desarrollo Urbano, Eduardo Jiménez Saracho. Éste reconoció ser copropietario de la constructora pero no sabía de estos trabajos y admitió que Jimsa es proveedora del Gobierno del Estado.
El CLIP, por parte de Roberto Rodríguez, recomendó que se aplicaran sanciones al funcionario de acuerdo a la Ley y en contraparte, el alcalde, Guillermo Anaya, aseguró que no había conflicto de intereses al respecto.
El 17 de agosto de 2004, el secretario de Obras Públicas del Estado se reunió con representantes de cámaras y organismos empresariales del CLIP, presidido entonces por Antonio Juan Marcos Villarreal y les anunció que se haría una tercería al DVR. Serían especialistas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), quienes hicieran los trabajos con duración de 24 semanas, el costo lo asumiría el Gobierno del Estado mientras se determinaba si había responsables o se establecían posibles fallas. En esa ocasión dijo también que sería a finales de ese mes que empezaría a aplicarse en el DVR el proceso de ?incremento al factor de seguridad?? mediante la colocación de nuevos rellenos en los viaductos, así como el reforzamiento a base de concreto de ocho columnas. Según él, esta acción no entorpecería la tercería. Los trabajos comenzaron el dos de septiembre de 2004.
Los empresarios del CLIP se mostraron conformes, aseguraron que estarían pendientes del desarrollo del proceso y para ellos no había más voz autorizada al respecto más que Viesca Martínez, pues todo lo demás eran ?especulaciones escandalosas??, según Antonio Juan Marcos, refiriéndose a las constantes declaraciones de Coparmex y de Gerardo Berlanga Gotés. Este último, estuvo de acuerdo en que se realizara la tercería y en forma paralela, el incremento al factor de seguridad del DVR, pero seguía cuestionando públicamente a Viesca Martínez, respecto a quién recomendó técnicamente la reparación del puente, incluso pidió le mostrara el proyecto ?ya que de meterle mano gente extraña al puente, se podrían perder las fianzas??. Nunca hubo respuesta.
La terna empresarial
Tanto la constitución de la terna de representantes empresariales que formarían una especie de Comisión de Seguimiento para la tercería y los términos de la misma, que fue de entregar la información a los especialistas de la UNAM conforme lo fueran requiriendo, se hizo en Saltillo y tuvo que aprobarla el Secretario de Obras Públicas, según el presidente de Canacintra, Robert Stefanic Mery.
A raíz del anuncio de la tercería, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Alfonso Soto, precisó: ?esperaremos el dictamen, pero sólo nosotros hablaremos al respecto??.
El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, Sergio García López, dijo que levantarle los peraltes al DVR sería un ?plus??, mientras que el director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés, consideró eso irrelevante, les dijo que ellos no eran dueños de la verdad, precisó que mejor se ubicaran en pedir una tercería integral, es decir, que abarcara la totalidad del proceso constructivo de la obra, desde la memoria de cálculo y proyecto para saber el problema real del DVR.
El presidente del Centro Empresarial de La Laguna, Arturo Gallegos, le recordó a Jorge Viesca Martínez la necesidad de vigilar que no se perdieran las fianzas o garantías, a causa de los trabajos que se hacían en el DVR
Las opiniones en abierta controversia continuaron y a mediados de septiembre de 2004, el vicepresidente de Coparmex Laguna, Fernando Royo, dijo que a esas alturas, con los arreglos al DVR, existía una percepción ciudadana de desconfianza hacia la obra y hacia la tercería en puerta. Para el empresario lo mejor era que Jorge Viesca reconociera que hubo irregularidades en la construcción. Demandó entonces al Gobierno del Estado a hacer técnicamente lo correcto, en vez de políticamente lo correcto.
En ese mismo mes, el director de Obras Públicas del Municipio, Gerardo Berlanga Gotés, volvió a deslindarse de responsabilidad en la supervisión técnica del DVR, cuando representantes empresariales le limitaron las declaraciones, descalificaban lo que desde su perspectiva técnica informaba sobre el DVR y le indicaron que sólo ellos emitirían opiniones a fin de evitar confusiones. Berlanga Gotés no hizo caso e insistió en la necesidad de que se involucrara en el proceso de revisión técnica a las empresas que participaron en la obra. Para él la situación técnica del DVR fue preocupante, aseguró que la inquietud de los ciudadanos era por las evidencias fundadas de que la obra tenía fallas visibles como falta de peraltes.
Persiste la caída de viaductos
El jueves 24 de febrero de 2005, El Siglo de Torreón publicó una nueva pieza titulada: DVR: Persiste caída en los viaductos, en ella se informaba que la obra mantenía un perfil de riesgo potencial. En el eje 80 (Torreón-Periférico) se aprecia claramente variación en la inclinación.
El trabajo se basó en levantamientos topográficos en estación total y en el procedimiento sencillo de mediciones, las cuales estuvieron constantes durante cuatro meses anteriores. Se ilustró el desplome de la pila siete y las deformaciones en neoprenos. Al respecto, el alcalde Guillermo Anaya, destacó la necesidad de monitorear el puente de manera permanente, en tanto que el director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés, corroboró que el procedimiento de medición y monitoreos realizados eran confiables y según afirmó, eran irrefutables. En ellos se demostraban la evidente caída de los viaductos. El funcionario lo atribuyó a deformaciones de las superestructuras y aseguró que se había perdido el factor de seguridad, insistió en que el puente sufría peligrosos movimientos de torsión.
Las reacciones de representantes empresariales como el presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP), Antonio Juan Marcos Villarreal, fueron cautelosas y prefirió esperar el fallo de la tercería.
La Universidad Autónoma de México (UNAM ), dio a conocer los resultados de su revisión técnica al DVR el viernes 25 de febrero de este año ante miembros de organismos empresariales. Avaló el proceso constructivo y concluyó que la obra era segura, apropiada para circular a 50 kilómetros por hora.
Los especialistas de la UNAM se basaron para su trabajo en la documentación que tuvieron disponible, según afirmaron los representantes del Instituto de Ingeniería.
En esa reunión, sólo el vicepresidente del Centro Empresarial de La Laguna, Fernando Royo, objetó los resultados. Por su parte, el entonces director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga Gotés, cuestionó a los ingenieros respecto a la caída de viaductos pero le contestaron que no tenían información. Para el entonces funcionario municipal el trabajo de la UNAM fue incompleto y quedaron muchas preguntas sin contestar, en tanto, para el presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, Antonio Juan Marcos Villarreal, con expresión de alivio, el asunto sobre el DVR estaba concluido con el aval de la UNAM.
Por primera vez el director de Urbanismo del Municipio, Eduardo Jiménez Caracho, cuestionó también el fallo de la UNAM y aseguró el cinco de marzo de 2005 que el DVR presentaba un serio riesgo de colapso.
El tercer accidente
El domingo 28 de agoto de 2005, alrededor de las 19:00 horas otro tráiler se cayó del DVR y el conductor murió a consecuencia de la gravedad de sus lesiones. Vecinos de viviendas cercanas al sector, que estuvieron presentes en el escenario del aparatoso accidente demandaron vigilancia vial. Las reacciones del sector empresarial fueron que se incrementara la vigilancia, según Héctor Aguirre Sarabia presidente del Consejo de Vialidad, quien responsabilizó al Gobierno del Estado de este nuevo percance y demandó el cierre del DVR.
El CLIP por parte de Víctor Alducin dijo que el accidente fue por exceso de velocidad y que no se podía ?sacrificar por eso a un funcionario público??, mientras que el secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca, reiteró que el puente es seguro.
El miércoles 31 de agosto de 2005 El Siglo de Torreón publicó un nuevo reportaje: Fallas en DVR cobran factura, donde se informaba que Continuaba la caída de viaductos a razón de dos centímetros por mes y de nueva cuenta se señalaba el eje 80 como base para el monitoreo.
Como resultado de este trabajo, organismos como el Consejo de Vialidad en voz de Héctor Aguirre Sarabia, pidieron que regresara la vigilancia vial a la entrada de los viaductos o que se cerrara totalmente hasta tener alternativas de solución. Coparmex demandó la intervención de Transparencia Internacional para saber la verdad. El Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada ahora representado por Víctor Alducin no avaló, pero tampoco refutó la información y prefirió no asumir posturas.
Por su parte las declaraciones de los candidatos al Gobierno del Estado fueron diversas. Por el PAN, Jorge Zermeño, mencionó su preocupación por las pérdidas humanas y destacó la necesidad de hablar con la verdad sobre el estado estructural del puente, mientras que Humberto Moreira, candidato del PRI, declaró la necesidad de ?conocer a fondo la situación del DVR??.
En este contexto Eduardo Olmos Castro, candidato a la Presidencia Municipal de Torreón por el PRI, admitió que la percepción generalizada de la ciudadanía es de temor y desconfianza hacia el DVR y por su parte el candidato panista, José Ángel Pérez, dijo que ante los hechos, se perdió la confianza en el dictamen de la UNAM.
El jueves primero de septiembre de 2005 El Siglo de Torreón publicó: Confirma estudio fallas estructurales en el DVR. En este trabajo se dio a conocer que El Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto (IMCYC), afirmaba que la superestructura corre el riesgo de colapsarse. De acuerdo a la inspección realizada por el organismo, ninguno de los viaductos tiene peraltes, lo que representa un riesgo para los vehículos.
El IMCYC afirmó que es el eje 80 (Torreón-Periférico) el que presenta mayor peligro porque los neoprenos están fisurados, fuera de su alineación, levantados y aseguraba que el proceso de rellenado de curvas y reforzamiento de columnas para incrementar el factor de seguridad en el DVR no fueron adecuados, ya que las superestructuras siguen con movimientos de torsión, presentan fisuras, filtraciones de agua e hizo recomendaciones a atenderse de inmediato como la necesidad de limitar la circulación vehicular a un carril central por cada uno de los viaductos y observar el control de la velocidad.
Algunas de las reacciones al respecto por parte de los candidatos a la alcaldía de Torreón por los partidos PAN, PRD y Partido Verde Ecologista, fueron en el sentido que se efectuara un cierre temporal de esta vialidad, mientras que el aspirante prisita, Eduardo Olmos, demandó el no politizar el tema, llamó a la prudencia a sus contrincantes, en tanto que para él, ?son necesarios estudios más serios, para poder asumir una postura enérgica?.
De nueva cuenta no se dio una respuesta firme por parte del sector empresarial ante las evidencias del diagnóstico realizado por el IMCYC sobre el estado de riesgo potencial del DVR, ya que los empresarios acordaron reunirse próximamente con el secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca, en mesas de trabajo ?para definir qué es lo que se debe hacer??, según Víctor Alducin Flores, presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP), luego de considerar que ?mientras no haya datos contundentes, existen muchas especulaciones??.