Seis mil policías serán desplegados en Washington el próximo 20 de enero
NOTIMEX
WASHINGTON, EU.- Unos seis mil policías serán desplegados en esta capital el próximo 20 de enero en la toma de protesta del presidente George W. Bush, calificada como la más vigilada de las 55 ocurridas en la historia de Estados Unidos.
Las medidas de seguridad en torno al evento, que se anticipa atraerá 250 mil espectadores, convertirán a la capital estadounidense ese día en un bunker, con policías y agentes del servicio secreto desplegados visiblemente en torno al Capitolio y a la Casa Blanca.
El secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, dijo que “la seguridad para esta ocasión no tendrá precedente. Nuestro objetivo es que cualquier intento para alterar la inauguración, será repelido por los diferentes cordones de seguridad que tendremos desplegados”.
En rueda de prensa en el Capitolio, Ridge explicó que aunque ha sido designado un programa especial de seguridad nacional, la alerta de seguridad para la ciudad no será modificada.
“No hay nada que hayamos visto, ahora o en las últimas semanas, que nos dé razón alguna para considerar a este punto elevar la alerta”, afirmó el funcionario.
Pese a ello, las autoridades optaron por ampliar el radio de exclusión para el tráfico de aviones particulares sobre la capital estadounidense, de 25 a 36 kilómetros, incluyendo así los tres aeropuertos que operan en la zona.
Los alcances de las medidas de seguridad se extenderán este año incluso a los hoteles, en particular aquéllos que albergarán a los dignatarios invitados a los festejos, los cuales serán objeto de una vigilancia especial dentro y fuera de sus instalaciones.
En su presentación, Ridge detalló algunos aspectos de los operativos que se implementarán el día de la toma de posesión de Bush, así como los días posteriores de festejos que se han programado para celebrar la ocasión.
Indicó que dada la naturaleza de estas operaciones, “muchos de los detalles del protocolo de seguridad que vamos a desplegar deberán mantenerse clasificados”.
Las medidas incluyen el despliegue de patrullas del Servicio de Guardacostas en el Río Potomac y sus afluentes, y cientos de policías en el Capitolio, a lo largo de la ruta que cubrirá la comitiva presidencial tras la juramentación, y la Casa Blanca.
Además se instalarán centros móviles de comando en ubicaciones estratégicas para coordinar la comunicación entre las diversas agencias policiacas “y asegurar que cada pieza de información sea compartida y respondamos de manera adecuada”, explicó.
También serán desplegados 247 equipos de vigilancia en los puntos más importantes de la ceremonia, y equipos portátiles de rayos X para examinar paquetes, vehículos comerciales y camiones de reparto que entren la zona designada como para la ceremonia.
“Anticipamos que tendremos unos seis mil policías de diferentes agencias policiacas, vamos a utilizar un número récord de equipos caninos, y vamos a elevar la seguridad en hoteles para proteger las instalaciones y los huéspedes”, dijo Ridge.
Detalló que también se mentendrá un monitoreo especial de los sistema de transporte, en particular el metro, que se anticipa registrará una considerable afluencia de pasajeros ese día.
Se estima que la ceremonia de juramentación, así como las celebraciones posteriores, que incluyen nueve bailes de gala, tendrán un costo de casi 40 millones de dólares, de los cuales 12 millones corresponderán al costo de medidas de seguridad.
