Los rasgos psicológicos de nuestra personalidad son el resultado de la herencia y del ambiente donde crecemos y formamos, las personas tenemos en forma natural tendencia a sentimientos, pensamientos y actitudes diferentes, es un error que se califique a los demás como inferiores o superiores en base al modelo que cada familia o sociedad tenga como ideal sin pasar por alto de la calidad humana puede catalogarse en base a la capacidad intelectual inhata que hasta el momento se sabe que potencialmente es la misma en todos los seres humanos, las diferencias comienzan con circunstancias como la nutrición y educación, también es común que creamos que los demás son virtuosos o defectuosos al tener o no parecido a nuestro perfil psicológico, el modelo aceptado socialmente tiene influencia sobre el individuo dañando la seguridad a pesar de que se cuente con un intelecto normal o superior pero con rasgos que no se acomodan a las exigencias familiares y sociales (el daño comienza en el hogar y en la escuela).
Los rasgos humanos y su diversidad son producto del desarrollo cerebral y de la compleja y diferente estructura social y familiar donde cada quien crece, es lamentable que no se tome suficientemente en cuenta que el programa cerebral heredado no puede cambiar radicalmente y que la educación debe de actuar respetando la individualidad, estimular los potenciales innatos, cultivar con prudencia las habilidades que no son abundantes y son necesarias, evitando que desde la infancia se produzca la sensación de inferioridad por no acercarse al modelo social o cultural de moda.
La diversidad es mayor entre los géneros ya que la mujer y el hombre están programados biológicamente para funciones diferentes, la evolución estructuró un cerebro masculino preparado para la cacería, la lucha, para ser el proveedor y protector de la familia así como para ser solidario con los demás hombres de grupos (gregario), el hombre por lo tanto es instintivamente desconfiado con los extraños pero también solidario con los que considera su familia y grupo, para sobrevivir ha intentado no sólo conocer la realidad concreta sino también sus causas profundas, cuando la posibilidad de lograrlo se rebasa aparecen las ideas místicas, así se puede entender que el impulso a la territoriedad, la agresividad al sentirse invadido, la desconfianza o solidaridad, las interpretaciones profundas pero con frecuencia fantasiosas sean en forma general tendencias masculinas, características que corresponden a la personalidad paranoide (es importante recordar que me refiero a un rasgo personal sano).
La mujer biológicamente está programada para la gestación y cuidado de los hijos, es lógico que busque llamar la atención de los hombres de los que escogerá con quien combinará sus genes, le brindará protección y sustento a ella y a sus hijos, las características psicológicas naturales femeninas entonces tienen el objetivo sano de atraer de seres potencialmente agresivos y dominantes pero también protectores como en forma general es el hombre, la expresividad emocional, el abundante lenguaje, la tendencia a usar cosméticos, el dar una imagen de fragilidad y sufrimiento que despierte el deseo de proteger tienen los objetivos vitales, dichos rasgos normales se califican como histéricos.
La especie humana como tal existe desde hace aproximadamente 160 mil años pero desde hace cuatro a seis millones de años sus antecesores habían tenido rasgos evolutivos que permitieron la sobrevivencia por millones de años, finalmente los “homínidos” desaparecieron dejando sus genes y los agregados evolutivos al “Homo Sapiens”, la civilización aparece desde hace aproximadamente cinco mil años pero en forma más evidente hace 700, sin embargo la evolución del conocimiento y la complejidad de la sociedad comenzó a principios de 1900 y desde hace 60 años ha sido explosiva, los cambios biológicos evolutivos son muy lentos y aparece en gran medida por el azar, se producen con la exposición del código genético a radiaciones interestelares o terrestres (radioactividad natural), a las presiones mismas de la vida que escoge a los más aptos y por último a la voluntad e interés humanos, el desconocer la naturaleza y variabilidad humana lleva a concepciones erróneas y a actitudes destructivas al catalogar tal o cual característica psicológica como buena o mala, moral o inmoral generalmente motivados por el misticismo, tradiciones culturales o modelos sociales que por el momento son vigentes, en base a estas percepciones erróneas se pretende someter al ser humano desde la infancia (hombres y mujeres) a que tengan emociones, pensamientos y actitudes a las que en forma natural no tienen tendencias o capacidades.
Es común que la mujer deje de amar al esposo debido a que ella toma el función del hombre, la estructura económica actual ha debilitado la capacidad masculina para llevar su papel natural y obliga a la mujer a ser proveedora, la relación de pareja se puede transformar en algo desagradable que con frecuencia termina con la separación, el trabajo productor de bienes está mistificado estimulando a la mujer a realizarlo como si el trabajo obligado fuera liberador, la gran mayoría de las mujeres desean vivir protegidas por el esposo, cuidando a sus hijos y pareja, algunos hombres también exigen el apoyo económico de sus esposas motivados por las mismas ideas y fuerzas sociales, las posibles consecuencias es la sensación de minusvalía, depresión, ansiedad e irritabilidad ya que uno de los placeres psicológicos naturales del hombre es el de ser proveedor, función que la sociedad actual limita para sufrimiento de la pareja y desventaja de los hijos, la disfunción familiar en U.S.A. hace mucho que es común y normal , la mujer se hace cargo emocional de los hijos (con el apoyo económico obligado del padre) siendo esto una de las posibles causas de la destructividad que muestran y que está por arriba del promedio mundial.
Cuando los rasgos histéricos y paranoides dejan de ser sanos se producen limitaciones importantes, el trastorno histérico de la personalidad es más común en mujeres pero existe en hombres, provoca sentimientos de culpa, limitaciones en el desarrollo de la personalidad, ansiedad, depresión e ira ya que se colocan en una situación de fragilidad, sufrimiento y necesidad exagerada de ser atendidos de una forma exagerada, los demás se someten o alejan con dolor emocional, la paranoia es más común en hombres y quien la sufre es extremadamente celoso, dominante y explosivo, sufre y hace sufrir a los que le rodean, son peligrosos ya que son destructivos psicológica y físicamente.
Cuando una mujer con trastorno histérico se relaciona con un hombre paranoide, las emociones se hacen tormentosas, dolorosas y peligrosas, la coquetería de la mujer y la desconfianza del hombre hacen una mezcla explosiva.
Son necesarios estudios antropológicos, sociológicos y psicológicos de la población en México pues tanto el rasgo paranoide como histérico son muy frecuentes en nuestra población, lo que ayudaría a entender el origen de los problemas de pareja y de familia.