Acuden Tony Blair, el príncipe Carlos y Camilla Parker al servicio religioso en memoria de su Santidad; el heredero al trono británico pospuso su boda que estaba prevista para este viernes próximo.
Londres, (EFE).- El príncipe Carlos de Inglaterra, su prometida Camilla Parker Bowles, y el primer ministro británico Tony Blair, asistieron hoy al servicio religioso oficiado en Londres por el arzobispo de Westminster en memoria de Juan Pablo II.
El arzobispo y cardenal Cormac Murphy-O'Connor afirmó en la catedral londinense de Westminster, abarrotada de fieles, que el Pontificado de Juan Pablo II, al que calificó de "el Grande", será seguramente recordado como "épico".
El príncipe de Gales interrumpió sus vacaciones de esquí en Suiza para asistir a las vísperas religiosas junto a la que se convertirá en su esposa el próximo sábado, un día después de lo previsto, debido al aplazamiento de la boda a raíz de la luctuosa noticia.
El primado de la Iglesia católica de Inglaterra y Gales señaló a los fieles congregados que el largo papado que acaba de tocar a su fin será recordado siempre por la "formidable fuerza de carácter y la persistencia con la que el Papa Juan Pablo proclamó los valores del Reino de Dios".
"Con frecuencia me conmovió profundamente y me colmó de gratitud", señaló el cardenal, quien contó la anécdota de que en cierta ocasión el entonces todavía cardenal Wojtyla, que amaba el esquí de fondo, cruzó sin darse cuenta sobre sus tablas la frontera polaca con Checoslovaquia.
Cuando le interpeló la policía de fronteras, Karol Wojtyla mostró un documento que le acreditaba como cardenal y arzobispo de Cracovia, lo que enfureció al agente que le había dado el alto, quien, negándose a creer en la existencia de un cardenal esquiador, pensó que aquél había robado los papeles de identidad que portaba.
En otro momento de su alocución, el cardenal Murphy-O'Connor dijo que después de que el Sumo Pontífice "hubiese cruzado tantas veces el mundo, en sus últimos años fue el mundo quien acudió a él y rodeó su lecho de dolor para expresarle su agradecimiento".
"Por eso, una imagen que perdurará de su papado seguramente sea la final, con la plaza de San Pedro, el viernes por la noche, abarrotada de jóvenes que en pie guardaban sereno silencio", agregó el arzobispo de Westminster.
El cardenal rindió tributo a un Papa que desencadenó "una fiebre por la libertad" y que, a partir de su Polonia natal, atravesó telones de acero y fronteras armadas".
Pero, agregó Murphy-O'Connor, "el Papa Polaco fue igualmente tenaz en su desafío a un mundo moderno encerrado en otro tipo de opresión: la idolatría del mercado, las arenas movedizas del relativismo, el sometimiento de la vida humana al dios de la realización personal".
El arzobispo de Westminster afirmó que era inútil tratar de encasillar a Juan Pablo II en categorías tradicionales como las de derecho o izquierda, radical o conservador.
"Era demasiado grande para esas categorías, y ello simplemente porque predicó la crucifixión y resurrección de Cristo, y de ese hecho magnífico brotó todo lo demás", dijo el cardenal, quien instó a los fieles a seguir la recomendación del Papa y no tener miedo al futuro.
Carlos retrasa boda
Para no coincidir con el funeral del Papa, el príncipe Carlos de Inglaterra y Camilla Parker Bowles anunciaron hoy el retraso hasta el sábado de su boda, que iba a celebrarse este viernes, en "señal de respeto" hacia Juan Pablo II.
El viernes, Carlos, heredero al trono británico, asistirá en el Vaticano a las exequias fúnebres del Pontífice en representación de la reina Isabel II, confirmó Clarence House, su residencia oficial en Londres, que precisó que no le acompañará su futura esposa.
"Como señal de respeto, su Alteza Real y la señora Parker Bowles han decidido posponer su boda hasta el sábado", dijo un portavoz de Clarence House, al señalar la decisión de demorar un día el enlace fue tomada por la pareja.
Paddy Harverson, secretario de comunicaciones del príncipe de Gales, explicó que el heredero de la Corona cree que aplazar los esponsales para poder acudir al funeral del Santo padre es "lo correcto" y que su prometida "está completamente de acuerdo".
La propia reina Isabel II considera que las exequias del Papa "deben tener prioridad" sobre el enlace, informó hoy el palacio de Buckingham.
La desafortunada coincidencia se conoció hoy, cuando el Vaticano fijó para el viernes a las 8.00 GMT el funeral del Papa cuando la boda de Carlos y Camilla estaba prevista para las 13.00 GMT de ese mismo día en el Ayuntamiento de Windsor (afueras de Londres).
Como deferencia hacia Karol Wojtyla, el príncipe de Gales acortó un día sus vacaciones de esquí en Suiza y volvió hoy a su país para asistir esta tarde, en compañía de su novia, a un oficio religioso en memoria del Pontífice en la londinense catedral de Westminster.