Preparan en Madero las danzas para celebrar el día de la Guadalupana el próximo 12 de diciembre
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Vestidos de amarillo y azul se preparan para hacer honor a La Guadalupana, su indumentaria indígena repleta de imágenes denota la fe de los integrantes de la Danza de Matachines Reina de América que llevan varios meses ensayando para la ocasión.
Es el mes de diciembre y conforme se acerca el 12, día de la Virgen de Guadalupe, los danzantes hacen gala del ritual mientras golpean contra el piso una y otra vez sus pies cansados durante las peregrinaciones. El grupo está conformado por 30 danzantes quienes desde el dos de septiembre comenzaron a ensayar los movimientos impuestos por Los Capitanes, quienes sirven de guías.
Fueron dos familias: Castro García y Emiliano Pérez las que tuvieron la idea de conformar la danza que lleva el nombre de su parroquia ubicada en la colonia Madero pero es en la colonia Ferrocarril donde practican dos horas diarias por la tarde para poder estar listos y entregar el corazón en cada danza.
?Queremos que predominen estas tradiciones, es un gran anhelo que tenemos el ir a visitar a la Virgencita, es una cuestión de fe que compartimos, la mayoría de nosotros trabaja o estudia pero nos damos un tiempo para dedicárselo?, dice Pedro Castro García, integrante de la danza.
La nahuilla que visten es visible desde lejos, orgullosos portan su atuendo y parecían ansiosos de partir a danzar a casa de una creyente que lo solicitó. La danza se efectuaría en la calle Mártires de Tlatelolco, en la colonia Dos de Marzo. Gran parte de los integrantes de la familia Castro García llegaron amontonados en un vehículo blanco, uno a uno fueron bajando en donde ya se encontraba puesto el altar conformado por cuatro imágenes de La Guadalupana, mesas, veladoras y una lona que daba sombra al lugar de veneración.
El sonar del tambor no se hizo esperar, los vecinos comenzaron a salir de sus casas para observar la danza donde incluso participaron varios niños que aún no saben hablar correctamente pero que movían sus pies enfundados en sus huaraches de correa con gran entusiasmo.
A los lados el tradicional viejo de la danza merodeaba por donde estaban los espectadores, el tambor, tocado por un niño, sonaba más fuerte que nunca mientras los danzantes movían sus huajes y sus arcos.
?Se danza por la devoción, la gente sólo coopera para el tamborero, nosotros lo hacemos por gusto y lo hacemos con fe?, dice Pedro.