Echando cálculos llegué a la conclusión de que entre los candidatos priistas habidos desde 1951 a este 2005 se destacaba Humberto Moreira Valdés como el candidato más joven en los últimos 60 años de gobiernos coahuilenses, pues cuenta apenas con 40 años; aunque también será registrado en los récords, si triunfa el 25 de septiembre tal cual apuntan las encuestas, por ser el mandatario coahuilense más joven desde que el licenciado Gustavo Espinoza Mireles ocupó el mismo cargo en 1917 a la edad de 21 años.
l primero de diciembre de 1951 asistí al estadio Saltillo donde tuvo lugar la toma de posesión como gobernador de Coahuila del señor Román Cepeda Flores; su protesta como candidato del Partido Revolucionario Institucional había sido en el cinema Palacio, si no me equivoco. La sala cinematográfica era por aquellos días el sitio de moda para todo evento cultural, político y educativo.
De ahí en adelante no me he perdido un evento de tal naturaleza, de modo que antes de la protesta del profesor Humberto Moreira Valdés rendida ayer, miércoles tres de agosto, como candidato priista a gobernador de Coahuila, tuve la oportunidad y la fortuna de presenciar otras nueve ceremonias iguales, ya como periodista, ya como político: la del ya citado Román Cepeda y consecutivamente las del inolvidable general Raúl Madero, don Braulio Fernández Aguirre, el ingeniero Eulalio Gutiérrez Treviño, don Óscar Flores Tapia, José de las Fuentes, el licenciado Eliseo Mendoza Berrueto, el doctor Rogelio Montemayor Seguy y el licenciado Enrique Martínez y Martínez.
Echando cálculos llegué a la conclusión de que entre los candidatos priistas habidos desde 1951 a este 2005 se destacaba Humberto Moreira Valdés como el candidato más joven en los últimos 60 años de gobiernos coahuilenses, pues cuenta apenas con 40 años; aunque también será registrado en los récords, si triunfa el 25 de septiembre tal cual apuntan las encuestas, por ser el mandatario coahuilense más joven desde que el licenciado Gustavo Espinoza Mireles ocupó el mismo cargo en 1917 a la edad de 21 años.
Mientras el evento político se desarrollaba en medio de una multitud y las consecuentes incomodidades, pensé precisamente en lo afortunado que hemos sido algunos de mis coetáneos y yo mismo al estar en condiciones de hacer un recuento de nuestras experiencias en la política, aunque no tanto como dos ex gobernadores que estaban sentados en la fila de adelante: don Braulio Fernández Aguirre y José de las Fuentes Rodríguez, los que bien podrían testimoniar dos o tres sexenios más y pueden dar cuenta de ello pues gozan de una perfecta salud física y mental.
De nuestra camada, generacionalmente posterior a estos personajes, sigue vivo y actuante, por fortuna, el ex gobernador Eliseo Mendoza Berrueto, quien por cierto ofreció una completa cuenta y reseña de su excelente trabajo como presidente de la comisión que organizó, vigiló y dictaminó el proceso interno democrático priista en que resultó electo el profesor Moreira. Cuando supe que EMB se haría cargo de tal paquete no pude evitar un pensamiento: ?qué ánimo...?, pero en el transcurso de los días pude darme cuenta del proceso interno estaba siendo muy bien conducido bajo la planeación estratégica, mesura y parsimonia que son propias de Eliseo. Al final todo salió como el PRI y el gobernador de Coahuila deseaban: con democracia y sin más conflictos que los normales en estos trances. La cereza del postre fue la participación sin precedente de priistas y simpatizadores y desde luego la mayoría de votos a favor de Moreira, quien nunca vio reducir su ventaja sobre otros aspirantes en las encuestas que realizaron los medios y uno que otro organismo interesado.
Así pues van que vuelan los días y los acontecimientos. Pronto tendrán lugar las elecciones constitucionales y tendremos oportunidad de ver, si Dios nos presta vida, una nueva experiencia democrática en la vida política de nuestra entidad. Creemos que triunfarán el PRI y Moreira, su candidato, pues tienen desde ahora un handicap difícil de vencer por el partido Acción Nacional y su candidato, Jorge Zermeño, vistas las elecciones internas que ambas organizaciones políticas tuvieron hace unos días.
Por cierto Humberto Moreira hizo ayer un recuento interesante de sus planes gubernamentales en el discurso posterior a su rendición de protesta como candidato. Fue un paneo verbal, como dicen los comunicadores electrónicos, sobre los temas que serán el meollo de su programa de Gobierno, expresado en un sencillo estilo coloquial, pero con la enjundia y simpatía que le conocemos y que le han ganado tantas buenas querencias, y una que otra mala, debemos reconocerlo.
Es seguro que dicho programa, cuya columna vertebral esbozó ayer, será fortalecido y enriquecido en el curso de la campaña política, una vez que haya estado frente a los electores y éstos le hablen de los principales problemas, necesidades y carencias que les agobian.
Un agregado: en la reunión del consejo político priista estuvo presente el ex gobernador Rogelio Montemayor Seguy, quien fue saludado con un espectacular aplauso de consejeros e invitados, que respondía, pensamos, a un justo reconocimiento partidista a la obra administrativa y política realizada por él en Coahuila, pero también a una simpatía de sus compañeros de partido ante el injusto proceso a que fue sometido con una innoble trama legaloide y política que ni dos procuradores del Gobierno foxista han podido probar ni sostener. Bienvenido, doctor...