"Soy un humilde trabajador de la viña del Señor", señala el Pontífice
EFE
MÉXICO, DF.- El cardenal alemán Joseph Ratzinger, de 78 años, hasta ahora decano del Colegio Cardenalicio y durante más de 20 años defensor de la ortodoxia de la fe católica, fue elegido ayer el 265 Papa de la historia de la Iglesia y sucesor de Juan Pablo II, del que fue su brazo derecho. Ratzinger ha adoptado como nombre Benedicto XVI, el segundo más escogido por los pontífices, después de Juan.
Para remontarse a un Papa alemán, hay que volver la mirada hasta 1055, cuando fue elegido Pontífice Víctor II, que ocupó el Sillón de Pedro desde el 16 de abril de ese año hasta el 28 de julio de 1057. Han pasado desde entonces más de 900 años.
El nuevo Papa fue elegido en la cuarta votación del Cónclave para seleccionar al sucesor de Juan Pablo II comenzado el lunes en la Capilla Sixtina del Vaticano y al que asistieron 115 cardenales procedentes de 52 naciones.
Cuando todo daba a entender que esta segunda jornada acabaría con fumata negra, como un día antes pasadas las 17:50 horas de Roma (10:50 hora de México), comenzó a salir un ligero humo de la chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina.
En un principio no se distinguió bien el color, pero inmediatamente se vio que no era negro hasta convertirse en ?fumata blanca?. Era el anuncio de que la Iglesia tenía un nuevo Papa.
Poco después, el repique de campanas de la Basílica de San Pedro confirmaba que el Trono de Pedro tenía nuevo inquilino.
En medio del nerviosismo, emoción, alegría, interés por conocer el elegido y el nombre por parte de las decenas de miles de personas que abarrotaron la plaza de San Pedro, a las 18:43 horas de Roma (11:43 hora de México) el cardenal protodiácono, el chileno Jorge Arturo Medina Estévez se asomó al balcón de las bendiciones de la basílica de San Pedro del Vaticano y anunció al pueblo la elección las palabras del ritual.
?Annuntio vobis gaudium magnun: Habemus Papam? (Les anuncio una gran alegría, tenemos Papa).
Agregando, mientras la muchedumbre contenía la respiración: ?Eminentíssimun ac Reverendíssimum Dóminum, Dóminum Josephum Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Ratzinger, qui sibi nomen imposuit Benedictum XVI (el eminentísimo y reverendísimo señor Joseph, cardenal Ratzinger, que ha adoptado como nombre Benedicto XVI).
Una cerrada ovación y gritos de ?Be-ne-dic-to, Be-ne-dic-to? acogieron el anuncio.
Tras cinco minutos, a las 18:48 horas de Roma (11:48 hora de México) local Benedicto XVI, precedido de la Cruz, se asomó al balcón central para saludar a los fieles e impartir la bendición Urbi et Urbi.
Sus primeras palabras, en italiano, fueron: ?Queridos hermanos y hermanas, tras el gran Papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador en la viña del Señor?.
?Me consuela el hecho que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes (en referencia a él) y sobretodo confío en vuestras palabras?, añadió el nuevo Papa Benedicto XVI.
El Pontífice agregó: ?en la alegría del Señor resucitad, confiando en su ayuda permanente, vamos adelante. El Señor nos ayudará y María, su Madre Santísima, estará de nuestra parte. Gracias?.
Con su elección se pone fin a una etapa de Sede Vacante de la Iglesia Romana, comenzada a las 21:37 horas del pasado dos de abril, cuando falleció Juan Pablo II.
El primer Cónclave del tercer milenio, según precisó el maestro de ceremonias pontificias, el arzobispo Piero Marini, comenzó a las 17:25 horas de Roma (10:25 hora de México) del lunes, cuando pronunció el ?Extra Omnes?, (todos los ajenos, fuera).
Regala Dios al Papa que esperábamos: CEM
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago, aseguró que Dios ha regalado al mundo un Papa con gran capacidad de penetración, de inteligencia extraordinaria.
?Nos felicitamos todos porque el Señor ha regalado el Papa que estábamos esperando?, mencionó Martín Rábago, quien pidió oración para que el Espíritu Santo derrame sus dones sobre el nuevo Pontífice.
El presidente de los obispos en México invitó a todos los católicos a orar para que el Señor otorgue al nuevo Papa Benedicto XVI la fortaleza, la sabiduría y los dones del Espíritu Santo, que se requieren en estos tiempos difíciles. El obispo mostró su gozo que dijo es el de todos, por el hecho de que ya hay un sucesor del apóstol Pedro.