EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Guillermo Marín Miramontes, con domicilio en la ciudad de Chihuahua, aparece como presunto responsable del doble homicidio cometido el lunes 15 de agosto en el interior de una bodega del centro de esta ciudad.
Como es del conocimiento general, ese lunes fueron encontrados muertos de sendos balazos en la cabeza los hermanos Julio César y Carlo Magno Peregrino Perea, de 32 y 28 años, en una bodega de la avenida Allende, casi esquina con calle Matamoros.
Luego de los disparos, los vecinos vieron salir un tráiler y luego dos vehículos, en uno de los cuales iba el presunto homicida, que no fueron capturados por la lentitud en que actuaron los preventivos municipales, que llegaron muy tarde al escenario del crimen, de acuerdo a la versión de los mismos vecinos.
Santiago García Coss, chofer del tráiler de plataforma, quien presenció los hechos, fue capturado en Parral, Chihuahua por elementos del Ejército Mexicano durante un retén y puesto a disposición de las autoridades judiciales.
El chofer proporcionó datos cruciales al agente investigador del Ministerio Público, Aurelio Urbina Suárez, quien ordenó extender las pesquisas hasta Chihuahua, de donde eran originarios los hermanos asesinados y el presunto responsable del crimen.
Suárez Urbina da a conocer que luego de las investigaciones practicadas, se sabe que el presunto asesino es Guillermo Marín Miramontes, también originario y vecino de Chihuahua, con domicilio en el fraccionamiento Los Portales, donde no encontraron a nadie los agentes ministeriales, lo cual refuerza más la hipótesis de que es el presunto responsable.
El otro sujeto que acompañaba a Guillermo, es Cristian González, de 22 años y quien vive en la colonia Avícola cuarta etapa, también de la capital chihuahuense. El agente investigador del Ministerio Público advierte que faltan algunos puntos por precisar en la investigación para turnar el caso al juez penal y que se pueda liberar la orden de aprehensión.
Descartan un ajuste de cuentas
El móvil del crimen podría ser de negocios que no prosperaron, pero no por cuestiones de narcotráfico, de acuerdo a lo señalado por las autoridades judiciales.
Por principio de cuentas, dice el agente del Ministerio Público, Aurelio Urbina Suárez, el arma utilizada para ultimar a los hermanos Peregrino Perea, es una pistola calibre 22 y cuando se trata de ajustes de cuentas del narcotráfico, los calibres son muy diferentes.
Urbina Suárez dice confiar en integrar la averiguación previa en su totalidad para turnar el caso al juez penal.
