EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA.- La realidad confronta al discurso oficial y termina por reducirlo a una “visión alterna” de lo que es el país. Mientras que el presidente, Vicente Fox, anuncia que durante la primera quincena de abril se generaron en todo el país 45 mil nuevos empleos formales, y que la tasa nacional de desempleo se redujo del 4.1 por ciento en enero al 3.6 por ciento en marzo, empresarios, obispos, legisladores, gobernadores y alcaldes de Coahuila y Durango, coinciden en que la llamada economía subterránea -la suma de las actividades informales y/o ilegales- constituye una válvula de escape a la creciente presión social por falta de empleos y oportunidades.
Tanto la Secretaría de Hacienda como el Banco de México ponderan la fortaleza de la economía nacional, básicamente por los alentadores indicadores macroeconómicos, pero al nivel de los ciudadanos, poco hay qué festejar. Es el obispo auxiliar de la Diócesis de Durango, quien coloca las cosas en perspectiva: “la suma de las actividades informales e ilegales evitan el estallido social, están deteniendo a la gente”.
El diputado federal priista, Eduardo Olmos, sostiene que México es un país sumido totalmente en la informalidad y en la ilegalidad, derivado de la falta de oportunidades y empleos para miles de compatriotas. Por su parte, Rubén Calderón Luján, rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango, sentencia que en estos momentos y de acuerdo a las condiciones imperantes en la economía nacional, retirar a la población de las actividades informales sería dejarla morir de hambre y por ello la posibilidad de un estallido siempre estaría presente.
Una prueba de la debilidad de la economía nacional es la falta de competitividad respecto al mercado mundial que resulta de la complejidad de la estructura fiscal, un marco jurídico obsoleto y la falta de políticas de fomento efectivas que coadyuven a consolidar la pequeña, mediana y micro-empresa, según advierte el secretario de Finanzas de Coahuila, Javier Guerrero García.
El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, va más allá, al afirmar que “en México el modelo económico imperante está enfermo, es irracional y va en contra de la convivencia humana”. En cambio, el presidente nacional de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), Alberto Núñez Esteva, afirma que una de las debilidades más graves del país es la “economía criminal” y que para combatirla se requiere únicamente de dos cosas: “mano dura” del Gobierno y que se haga respetar el Estado de Derecho.
El Siglo de Torreón presenta a sus lectores un amplio reportaje especial sobre la debilidad económica de nuestra nación, en donde las actividades no estructuradas e ilegales, desde el ambulantaje y la “piratería” hasta el narcotráfico, constituyen la fuente de ingresos para millones de mexicanos -expresión viva de que la realidad contrasta con el discurso oficial-. El trabajo periodístico se publicará en cinco entregas a partir de este lunes dos de mayo.