Obra titulada "I'm Alive" del artista británico Tony Cragg, de 55 años, uno de los artistas del Reino Unido de más sólida reputación internacional, que exhibe sus eculturas monumentales en el parque de Goodwood, a una hora de Londres, rodeado de campos donde pacen tranquilamente las vacas.
Con esta exposición, una fundación creada por el matrimonio de coleccionistas Cass, de origen judío alemán, celebra su décimo aniversario.