Agencias
SANTIAGO DE CHILE.- Más de siete hectáreas de pastizales y árboles nativos han sido arrasadas por un incendio que afecta desde la semana pasada el parque nacional Torres del Paine, en la Patagonia austral chilena.
El subsecretario de Agricultura, Arturo Barrera, viajó ayer a la zona, distante unos tres mil kilómetros al sur de Santiago, para coordinar los trabajos de combate al incendio iniciado hace cinco días.
Además las autoridades decidieron cerrar ayer a los turistas el Parque Nacional Torres del Paine, la determinación fue adoptada por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Servicio Nacional del Turismo, debido al peligro existente para los viajeros.
El incendio, que ya ha llegado hasta el sector del Lago Paine y la Laguna Amarga, comenzó en la zona de la Laguna Azul por la imprudencia del turista checo Jiri Smitak, quien manipulaba una cocinilla de gas, que volcó e incendió unos pastizales en un lugar no autorizado.
Smitak fue detenido el sábado y quedó en libertad tras pagar una multa de apenas 120 mil pesos.
El siniestro se inició al volcarse un asador portátil del turista checo. El fuerte viento y la falta de lluvias en la zona ayudó a la rápida expansión de las llamas. Por el momento, unas 500 personas trabajan en el combate de las llamas, entre brigadistas de Conaf, el Ejército, la Armada y Bomberos, además de voluntarios argentinos de Río Gallegos y Río Turbio.
Los efectivos son apoyados por helicópteros y aviones cisterna, además de maquinaria pesada cortafuegos.
El paso del fuego ha calcinado árboles nativos como la lenga y el ñirre y en algunas zonas ha quemado incluso la capa orgánica de la tierra, lo que provocará una grave erosión y daño al ecosistema.
Las llamas también obligaron a zorros, pumas, guanacos y ñandúes, entre otras especies de la zona, a abandonar su hábitat y desplazarse a zonas aledañas.
Las altas temperaturas, sumadas a los fuertes vientos, han facilitado la expansión de las llamas hacia el interior del parque y aunque no ha habido víctimas, se teme por la seguridad de los turistas que durante esta época visitan la zona.
El siniestro, es el peor de los últimos 20 años, tras la quema en 1985 de unas 15 mil hectáreas de bosque y pastizal, también en el Parque Nacional Torres del Paine.