AP
PARÍS, FRANCIA.- Las autoridades impusieron ayer un toque de queda en Lyon, la tercera ciudad más importante de Francia.
La medida regirá durante el fin de semana y prohíbe a los menores de edad permanecer en las calles entre las diez de la noche y las seis de la mañana sin la supervisión de un adulto. El toque de queda, que rige también para otras diez poblaciones de los alrededores de Lyon, en el este del país, tiene efecto desde la noche del sábado hasta la mañana de mañana lunes, dijo el prefecto regional Jean-Pierre Lacroix en un comunicado.
Unas 30 poblaciones y ciudades de todo el país han impuesto toques de queda después que las autoridades nacionales declararon el estado de emergencia el miércoles, para frenar la violencia que comenzó el 27 de octubre.
La Policía sostiene que los disturbios están menguando en las zonas de los alrededores de París, aunque persisten en otras partes de Francia.
EXTREMAN VIGILANCIA
Mientras tanto, unos tres mil policías fueron emplazados en las afueras de París ante el temor de posibles ataques este fin de semana contra lugares estratégicos y monumentos famosos de la capital, al tiempo que el número de vehículos incendiados durante la noche declinaba ligeramente en otros puntos del país, dijeron funcionarios.
Dos bombas incendiarias lanzadas contra una mezquita en la ciudad meridional de Carpentras dañaron levemente la entrada del templo, dijeron funcionarios locales. No se pudo determinar de inmediato si el ataque estaba ligado a los motines que han sacudido los suburbios pobres y las poblaciones de Francia desde el 27 de octubre.
El presidente Jacques Chirac, pidió a los investigadores que no escatimen esfuerzos para descubrir a los responsables del ataque contra la mezquita de Carpentras, una localidad que fue escenario de un ataque neonazi contra un cementerio judío en 1990.