Contratación de servicios sexuales por teléfono no se pueden sancionar ni frenar, dice regidora
El Siglo de Durango
La Comisión de Salud del Cabildo admitió la incapacidad legal y operativa de las autoridades municipales para actuar en contra de la prostitución contratada por teléfono.
María Ana Hernández de los Ríos, presidenta de dicha comisión, dejó claro que esta modalidad de operar y ejercer la constitución rebasa los alcances legales de la normatividad municipal.
Por su parte, el regidor Jorge Salum del Palacio, al opinar del tema, dijo que sería conveniente que el Cabildo hiciera una revisión a fondo de esta problemática social y legal, ya que es una realidad que existe en Durango y sin embargo no la reconocen las leyes ni los reglamentos de aplicación municipal.
?Es que para entrarle a este asunto necesitamos conocer, y la verdad es que aún y cuando puede haber anuncios en los clasificados de algunos medios impresos de comunicación, no hay una prueba que diga que es para eso el anuncio (para contratar sexoservidores o sexoservidoras)?, declaró Hernández de los Ríos.
Incluso, la Presidenta de la Comisión de Salud añadió: ?entonces, nosotros no podemos intervenir ahí. Lo que necesitaríamos es que algún perjudicado o algún usuario de ese tipo de servicios nos lo denunciara, y aún así tendría que ofrecernos las pruebas suficientes para constatar que es cierto?.
Para Salum del Palacio, ?este tipo de modalidad de la prostitución ?contratada por teléfono- es de los mecanismos que van surgiendo conforme avanza la sociedad y avanza la tecnología y los medios de comunicación?.
Por ese motivo, el funcionario municipal reconoció que este novedoso esquema de operar la prostitución rebasa a la autoridad y a los mecanismos gubernamentales que controlan este oficio.
?Antes se ejercía solamente por las calles o en lugares que se tenían detectados pues eran lugares establecidos; pero ahora surgen nuevas modalidades, como surgen también figuras novedosas que nuestra reglamentación no contempla, y que por tanto no pueden ser combatidas?, abundó.
Jorge Salum, sin embargo, consideró necesario que las autoridades adecuen y actualicen constantemente la legislación y la reglamentación municipal para poder tener una atribución legal que faculte la actuación de las instancias correspondientes, ya que hay un abismo evidente, dijo, entre la generación de nuevas formas de infringir la ley y la reglamentación de las mismas.
No descartó el también regidor panista que la prostitución contratada por teléfono pudiera existir en la nueva reglamentación de Salud que requiere el Ayuntamiento capitalino para que aborde, regule, controle y sancione la prostitución en sus diferentes vertientes.
La forma de operar
El 9 de marzo de 2004, El Siglo de Durango inició la publicación de una investigación realizada por este reportero, en la que se ventiló a detalle la forma como opera la prostitución por teléfono en la ciudad de Durango. Nada ha pasado desde entonces.
La publicación de ese entonces, que se puede ubicar en la hemeroteca virtual de este diario, narra así los hechos:
Dos timbrazos apenas y la llamada la contesta Esteban desde su celular. Después de afinar los detalles del contrato, las partes acuerdan verse en una tienda de conveniencia para formalizar lo hablado. El costo: 750 pesos por el ?servicio completo? de Viviana, una joven estudiante de apenas 18 años.
Ella fue ?alquilada? a un desconocido por parte de su empleador. Esteban es también su ?representante?. Ellos harán cuentas de las ganancias al final del día.
Las 27 mujeres que regentea Esteban son, como él mismo lo dice en la llamada telefónica, estudiantes, secretarias o empleadas de tiendas departamentales de esta ciudad.
Con toda la naturalidad del mundo, el dueño de esta singular ?empresa? de prostitución que en Durango opera en la clandestinidad, se jacta de decir: ?Tengo un catálogo donde puedes ver a las chicas, bueno, no todas han querido tomarse las fotos?.
El solicitante de los ?servicios? de Esteban se decide por Viviana.
Pero antes, ella ya lo había divisado disimuladamente en esa tienda de conveniencia donde se armó el contrato. El temor de la joven tiene fundamento: su nuevo cliente puede tratarse de algún familiar o amigo, o de alguno de sus profesores de la escuela en la que estudia.
-¿De dónde son tus muchachas, Esteban?
-?Tengo de varios lados... de la FCA, Medicina, Leyes, el Tecno, la Lobos, Colegio España... de Sears, de Ciudad de París...?.
-¿Y cómo hacemos trato?
-?Nos vemos en una tienda de conveniencia, en la que tú digas. Ahí te llevo el catálogo, tú escoges a la chavala y me das la mitad como anticipo. Cuando te la lleve, me das el resto. El servicio incluye relación sexual?.
-Oye, pero... ¿tienen registro de sanidad?
-?¡No, no... qué pues! Yo manejo puras jovencitas de familia, sanas, limpias. Ellas no tienen ese registro porque, de hecho, ni su familia ni sus amigos saben que se dedican a esto?.