Existen localidades con menos de 50 habitantes, lo que dificultará la labor de acercamiento
El DIF Estatal proyecta el establecimiento de microfábricas en la región indígena de tal forma que las personas residentes de esos sitios se involucren en los procesos de producción y que, incluso, puedan exportar sus artesanías.
Francisco Gerardo Fournier Drew, director de la dependencia de asistencia social, explica que el principal objetivo es que las mujeres indígenas formen parte de esa actividad productiva y combatir así la cultura que existe con respecto al predominio del varón.
?Se tiene contemplado un proyecto en el cual se piensa que haya áreas productivas en la región indígena a través de pequeñas maquiladoras. Esto se está analizando, se están buscando las estrategias y los recursos, pero la idea es poner fábricas donde pueda trabajar el indígena y ofrecer sus artesanías tradicionales que son de gran valor, sobre todo para el extranjero?, señala.
Fournier Drew comenta que de igual forma pondrán en marcha los proyectos para crear granjas y para que siembren hortalizas. ?Hay un programa grande que viene de México, donde posiblemente consigamos semillas para hortalizas y podamos apoyar a los indígenas organizándolos para que hagan este tipo de acciones?, puntualiza.
El respeto a la mujer indígena será un punto al que se le dará especial énfasis, según lo declarado por el servidor público. ?Por tradición sabemos que ellas son sumisas, no tienen derecho en ocasiones a voz ni voto. Entonces este programa va enfocado a volver a la mujer indígena más productiva y más participativa?.
El ex Presidente del Colegio Médico de Durango expone que en la actualidad ?tocan puertas? en diferentes sectores empresariales para conseguir el capital necesario para echar andar las maquilas en esta zona del estado, pero admite que no es una tarea sencilla.
?El principal reto es que la gente crea en nosotros, que en realidad es un proyecto que va a beneficiar a la zona indígena?, dice para luego subrayar que habrán de presentar la propuesta fuera del Estado, ya que en algunas ocasiones los empresarios locales tienen una fuerte carga de peticiones.
?Tenemos propuestas de empresas constructoras que erigen cierto tipo de unidades especiales para poder trabajar, que son como salas de trabajo, que tienen una buena durabilidad, son movibles esas áreas?, declara.
La situación de la zona indígena es difícil, sobre todo por la dispersión de las comunidades, ya que hay localidades con menos de 50 habitantes. ?Eso nos hace más difícil el acercamiento... En DIF Estatal lo que nos preocupa es el rescate y la búsqueda de lo que podría ser una zona productiva. No queremos caer en un evento de estar dando y regalando y malacostumbrando a lo mejor, sino dar estrategias productivas para que ellos puedan ser productivos?, enfatiza.
Deuda histórica
Según lo establecido en el Plan Estatal de Desarrollo 2005- 2010, la región indígena de la entidad cuenta con una superficie de diez mil 168 kilómetros cuadrados, poblada por 29 mil 825 habitantes de las diferentes etnias: tepehuanos, huicholes, mexicaneros, coras y tarahumaras.
El aislamiento en el que han permanecido y el difícil acceso a la Sierra y comunidades donde habitan les ha permitido preservar los elementos de su identidad cultural. Para el Gobierno del Estado, se tiene una deuda histórica con este sector de duranguenses y, por lo tanto, es prioridad integrarlos al desarrollo social en condiciones de equidad y justicia.
En materia de política de género el reto es incidir en las estructuras administrativas y sociales, a través de acciones específicas que permitan consolidar avances en la participación de las mujeres.