AP
CISJORDANIA.- Líderes y dignatarios de unos 40 países asistieron ayer a la inauguración del nuevo Museo del Holocausto, centrado en las tragedias personales de los seis millones de judíos que perecieron en el genocidio nazi.
El nuevo Museo de la Historia del Holocausto dentro del Memorial Yad Vashem de Jerusalén necesitó diez años para su terminación y fue construido a un costo de 56 millones de dólares. El edificio, diseñado por el arquitecto israelí Moshe Safdie, ocupa más de cuatro mil metros cuadrados, cuatro veces más que el museo que reemplaza.
Centenares de policías patrullaron Jerusalén para proteger a los visitantes, entre ellos 15 jefes de Estado y de Gobierno. Las principales avenidas fueron cerradas y un destacamento especializado en la detección de explosivos efectuó numerosas barridas.
A la ceremonia inaugural asistieron el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas Kofi Annan; los presidentes de Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Lituania, Polonia, Serbia y Montenegro y Suiza; los primeros ministros de Francia, Suecia, Holanda, Bélgica, Dinamarca y Rumania y los ministros de Relaciones Exteriores de Noruega y España.
El presidente israelí Moshe Katsav cortó el lazo inaugural, antes de la ceremonia estatal fijada para la tarde de ayer.
“Es una conmemoración para los seis millones (de judíos) asesinados por la Alemania nazi”, dijo en Jerusalén el ministro alemán de Relaciones Exteriores Joschka Fischer.
“Por supuesto, Alemania es mi país así que es también una responsabilidad histórica y moral nunca olvidar lo sucedido y la responsabilidad de mi país en el Shoá”, agregó en referencia a la palabra hebrea del Holocausto.
Estados Unidos estuvo representado por el alcalde neoyorquino Michael Bloomberg.
“La libertad es algo por lo que tenemos que luchar constantemente y si en alguna ocasión comprometemos nuestras normas, veremos a dónde llegamos. No podemos tolerar la intolerancia en lugar alguno ni contra persona alguna”, dijo.