EFE
Berlín, Alemania.- El recuerdo de Juan Pablo II dominó ayer las ceremonias de inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud, una tradición creada por el recientemente fallecido pontífice, aunque los peregrinos dieron también la bienvenida por adelantado al nuevo Papa, Benedicto XVI.
Pese a que Benedicto XVI es alemán y a que la visita que hará a Colonia (entre mañana jueves y el domingo próximos) para participar en la Jornada será su primer viaje al extranjero, el protagonista del día de apertura fue Juan Pablo II quien convocó la reunión de Alemania y mantuvo su plan de acudir cuando ya estaba muy enfermo.
La Jornada se inauguró con tres misas simultáneas, una en Colonia donde se celebran los actos centrales de estos encuentros, y otras dos en las vecinas Düsseldorf y Bonn.
En la misa de Colonia, el cardenal arzobispo de la ciudad, Joachim Meisner, recordó cómo en una visita que hizo a Juan Pablo II cuando éste estaba en el hospital, semanas antes de su muerte, el Papa le preguntó si lo seguían esperando en Colonia y Meisner le contestó: ?Santo Padre, le esperamos imperturbables?.
Por ello, añadió el cardenal arzobispo, ahora ?gritamos al cielo ?Juan Pablo II te esperamos? y allende los Alpes llamamos ?Benedicto XVI te esperamos??.
La Jornada de Colonia cuenta con el patrocinio de dos papas, uno que está en el cielo y otro que está en la tierra, según dijo el arzobispo que estaba visiblemente encantado de acoger la Jornada de la Juventud en su ciudad y aceptó incluso ponerse un típico gorro de carnaval renano que le ofreció un joven durante la misa,
El presidente alemán, Horst Koehler, quien se dirigió a los jóvenes después de la misa, también rindió homenaje a Juan Pablo II de quien dijo que ?pensamos en él con respeto y agradecimiento? y añadió que ahora ?nos alegramos enormemente de la venida de Benedicto XVI?.
Cada vez que alguien pronunciaba el nombre de Juan Pablo II, los jóvenes congregados en el estadio de Colonia proferían gritos de entusiasmo.
Durante la misa, los miles de participantes (los organizadores hablan de 50 mil por el aforo del estadio pero las gradas no estaban todas ocupadas) mantuvieron bastante calma y el vigor juvenil sólo se manifestó en los cánticos.
Pero cuando acabó el servicio religioso y Koehler empezó a hablar, los jóvenes irrumpieron en gritos y silbidos mientras agitaban banderas y hacían la ola.
Koehler tuvo que interrumpir el discurso durante varios minutos; cuando recuperó la palabra, pese a que se le vio algo atónito mientras los gritos lo obligaron a callar, alabó ?la energía y el entusiasmo? de los jóvenes y deseó algo similar ?para el mundo y para Alemania?.
Se espera que unas 400 mil personas de 197 países participen en los actos de la Jornada de la Juventud y que el doble asista a la misa final que el Papa celebrará en un campo cercano al Colonia el domingo.
