Lima, (EFE).- Los nativos oprimidos por los incas dieron su apoyo a los españoles y precipitaron la caída del gran imperio, según María Rostworowski, quien ha logrado desmitificar a la más antigua civilización de Sudamérica tras 50 años de investigaciones.
En entrevista con EFE, Rostworowski indicó que "los españoles llegan en un momento propicio donde los señoríos étnicos que buscaban su libertad y estaban hartos de los incas, se les unen y forman así un ejército masivo".
"Entonces no es un puñado de hombres españoles que vienen y conquistan, son masivamente los señoríos que se pliegan a los españoles como, por ejemplo, el Señor de Jauja, que entrega gente y comida y cuando reclama después a la Real Audiencia por una encomienda de tierra, por supuesto no se la dan", comentó Rostworowski que acaba de cumplir 90 años.
Añadió que otro personaje que ayuda a la conquista fue la hija del gran cacique de Huaylas, Doña Inés Huaylas Yupanqui, (que era concubina del español Francisco Pizarro), que le pide a su padre que mande un ejército para que socorra a su hijo político, "porque no había idea de nación como no lo había en la misma Europa tampoco", dijo.
La investigadora de los incas, que ha publicado una treintena de libros, indicó que desde Cuzco, el Estado Inca dirigió a grandes señoríos étnicos sin que éstos suprimieran sus costumbres, sólo les pidió que "reconocieran su autoridad, que paguen impuestos y que mantengan una misma lengua".
Según sus investigaciones que empezaron en los años cuarenta, el Estado Inca nace en los albores del siglo XV después de que el Inca Pachacutec (transformador del mundo en quechua) derrota a los temibles chancas, en Ayacucho, "pero como sólo tuvo un siglo de duración no le permitió plasmarse en un proyecto de integración nacional".
El área de expansión del Imperio Inca cubrió Ecuador, el sur de Colombia, Bolivia, norte de Argentina, Perú y el norte de Chile.
Para Rostworowski, "los cálculos de los naturales fracasaron porque no conocían los deseos imperialistas del reino español y cuando reaccionaron con Manco Inca a la cabeza -que impuso la resistencia de Vilcabamba que duró 40 años-, fue demasiado tarde".
Rostworowski, que empezó sus estudios en el mundo andino en 1940, se formó de manera autodidacta con la asesoría del historiador peruano Raúl Porras Barrenechea y el antropólogo estadounidense John Murra.
"Yo tenía todo en contra, era autodidacta, era mujer cuando el machismo era muy fuerte y estudiaba a los indios...pero si tuviera que empezar de nuevo, lo repetiría todo, porque estudiar el Ande es mi pasión", dijo con alegría en los ojos.
La investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), cuya niñez y juventud transcurrió entre Perú, Polonia, Francia, Reino Unido y Bélgica, aseveró que uno de sus principales descubrimientos fue acabar con la visión idílica y utópica del Estado inca que dio a conocer el cronista Inca Garcilaso de la Vega.
"El Estado inca fue una sociedad sin escritura que conservó la memoria en cantares, pinturas y los quipus (sistemas de nudos), donde el andino gracias al espíritu comunitario aprendió a vivir en un territorio plagado de desiertos, punas, quebradas", manifestó.
La "chola polaca", como también le gusta llamarse, precisó que, "por esa razón, un huérfano (huaqcha en quechua) sería como un pobre en la actualidad porque no tiene parientes ni nadie a quienes pedir ayuda, como, por ejemplo, para construir su casa".
Rostworowski, que ha escrito toda su obra a mano y que goza de una envidiable salud, dice que "los incas no inventaron la rueda porque la gente no es tonta y no se inventa lo que no se necesita. ¿Te imaginas una rueda en los Andes?, indefectiblemente, se atascaría".
La autora de Pachacutec Inca Yupanqui (Torres Aguirre, 1953), se quejó de la paradoja de que los peruanos conozcan poco su obra, "no conocen su historia ni se preocupan en hacerlo, es como si se regodearan en su ignorancia, lo que produce que no se ame, lo que no se conoce, como es el pasado andino".
"Por ejemplo, desconocen que en el siglo XVI se forjó lo que es el Perú actual, con la llegada de los españoles al Tahuantinsuyo (Estado inca en quechua), ya que en esa etapa se origina lo que es el ser peruano, porque nace el mestizo que es la mezcla entre la raza indígena con la europea", explicó.
Rostworoski afirma que uno de los aportes más valiosos del mestizaje hacia el mundo es la gastronomía.
"Demuestra que los peruanos sabemos apropiarnos de la influencia mora, negra, china, española y prehispánica, para elaborar platos que son un verdadero homenaje al paladar".
A sus 90 años, con una hija, tres nietas y ocho bisnietas, la historiadora que no quiere dejar de trabajar afirma que "la edad no tiene nada que ver con la productividad y que por ese motivo la mayor cantidad de libros los produjo entre los 60 y 80 años".
En sus próximos proyectos, se halla la reedición de sus obras completas de "Pachacutec Inca Yupanqui", "La mujer en la época prehispánica", "La muerte del sol y otros cuentos del Antiguo Perú", "Estructuras andinas del poder", "Historia del Tahuantinsuyo", "Doña Francisca Pizarro.Una ilustre mestiza", entre otros.