AGENCIAS
LAHORE, PAKISTÁN.- Unos mil 500 musulmanes, enfurecidos por la presunta profanación del Corán por parte de un cristiano, atacaron e incendiaron dos iglesias ayer en el este de Pakistán, informó la Policía.
Una escuela, un albergue para estudiantes y la casa de un sacerdote también fueron quemados en el incidente ocurrido cerca del pueblo de Sangla Hill, a unos 130 kilómetros al noreste de la ciudad oriental de Lahore, dijo Alí Asghar Dogar, un policía de la zona.
Los ataques se produjeron un día después de que un musulmán local acusara a Yusaf Masih, un cristiano, de haber quemado ejemplares del Corán.
Dogar dijo que nadie resultó herido en los ataques, que están siendo investigados. Aproximadamente dos decenas de personas han sido arrestadas en relación al incidente, indicó.
Los manifestantes también quemaron neumáticos en caminos y bloquearon el tránsito durante varias horas. Shahbaz Bhatti, director de la Alianza de Todas las Minorías de Pakistán, que promueve los derechos de las minorías en el país, de mayoría sunita, rechazó los cargos y condenó los ataques.
“Ningún cristiano quemó ejemplares del Corán”, dijo. “Ningún cristiano puede ni siquiera pensar en hacerlo”, agregó. “Tenemos la máxima consideración y respeto por el Corán y por el profeta del islam, Mahoma”.
Líderes musulmanes locales emplearon sistemas de comunicación en mezquitas para exhortar a los musulmanes a atacar las iglesias, señaló Bhatti.
Dogar dijo que la Policía también investigaba el incendio el viernes por la noche de la escuela del Corán.
“Algunas personas nos dijeron anoche que Yusaf Masih lo hizo, y hemos abierto un caso en su contra”, indicó Dogar. Otro policía, Pervez Rahim, dijo que Masih había sido detenido como parte de la investigación.
Sin embargo, Dogar dijo que las acusaciones en contra de Masih fueron presentadas aparentemente por personas que perdieron el viernes dinero apostando contra él. “No sabemos quién tiene la razón y quién no, pero el hecho es que hoy cientos de personas atacaron dos iglesias y las quemaron”, señaló, y agregó que la situación “ahora está bajo control”.
Pakistán es un país islámico donde los no musulmanes comprenden sólo el tres por ciento de la población de poco más de 150 millones de personas. La minoría cristiana del país normalmente coexiste pacíficamente con la mayoría musulmana, aunque ha habido ataques ocasionales contra iglesias y clérigos cristianos por parte de extremistas islámicos que protestan contra la influencia de Occidente en el país.
